por Lauro Rodríguez/ntrguadalajara.com
 23 de Abril de 2021, 06:00 –

(29. Los afectados iban a tener voz en el evento conmemorativo de ayer, pero al final esto no sucedió. Foto: Archivo NTR)

Las víctimas del 22 de abril de 1992 están divididas en diversos grupos y ayer culparon de ello al gobierno de Guadalajara.  

Desde 1994, dos años después del desastre, los afectados comenzaron a crear agrupaciones. Ayer, por primera vez en 29 años, todos fueron convocados al evento conmemorativo a realizarse en el monumento a las explosiones, en Analco. La idea era que todos hablaran, pero al final fueron ignorados. 

“Sentimos que fuimos discriminados, fuimos una burla del gobierno de Guadalajara. Se nos hace creer, se nos dice que vamos a tener derecho a la voz después de 29 años en un evento público donde estamos afectados, lesionados y personas que viven en Analco. Hoy en día me vuelven a ratificar que quien crea las divisiones dentro de los lesionados y afectados es el propio ayuntamiento”, lamentó Sonia del Carmen Solórzano Romo, víctima de las explosiones. 

La petición que ella deseaba externar a nombre de más de 30 de las 57 víctimas que forman parte del Fideicomiso de Apoyo a la Seguridad Social (Fiass) era que desde el Congreso del Estado se obligara al gobierno estatal y al municipal a incrementar las aportaciones anuales para garantizar la suficiencia presupuestal del mismo, pero no pudo hacerlo. También quiso hablar con el alcalde interino de Guadalajara, Eduardo Fabián Martínez Lomelí, pero no se le permitió. 

“Me ratifican que es un evento privado en un área pública y se prestan a un circo de una tragedia que vivimos todos. Anteriormente se nos impedía el acceso (a este acto) porque se nos indicaba que era un evento privado, para un solo grupo. Por respeto a los compañeros, siempre nos retiramos”. 

Tras la actitud mostrada, Sonia del Carmen y el grupo de víctimas que encabeza decidió dejar el acto y dirigirse directamente a la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) para interponer una queja por discriminación. 

Lamentó todo lo anterior, pues reconoció que para alcanzar justicia y una comisión de la verdad todos los afectados deben estar unidos. 

UN ANIVERSARIO TRISTE  

No más de 40 personas acudieron ayer a la misa de 10 a la capilla de Analco para recordar a las víctimas del 22 de abril. El problema fue que hasta el miércoles no se sabía si el inmueble abriría o no, ya que el Arzobispado de Guadalajara tomó sus riendas y no hay comunicación con vecinos y víctimas. 

Familiares y víctimas de las explosiones lamentaron esta actitud, ya que uno de los principales lugares para recordar a quienes fallecieron el 22 de abril del 92 es la capilla. 

De hecho, ellos la construyeron gracias a donaciones y a partir de ellas la mantenían en pie hasta hace unos años, pero luego el Arzobispado condicionó su apertura a que su administración pasará al 100 por ciento a la Iglesia católica. 

Más que reclamar cuatro paredes, unas bancas e imágenes religiosas, las víctimas y familiares lamentaron ayer que se está perdiendo la carga significativa que el lugar tiene. 

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