
por Redacción/ntrguadalajara.com
22 de Abril de 2022, 18:15 –
(Foto: Archivo NTR)
A 30 años de las explosiones del 22 de abril, las víctimas, vecinos, rescatistas y la sociedad tapatía recuerdan la tragedia que los marcó a algunos de por vida, nunca habían visto imágenes tan dantescas y otros al estar en el momento de la explosión les causó diversas lesiones que hasta hoy en día tienen que vivir con las secuelas.
Sonia Solorzano, es una de las víctimas de las explosiones del 22 de abril de 1992, ella viajaba en un autobús cuando se registró la primera explosión e hizo volar por los aires el camión, en dos ocasiones.
Relata que al momento quedó inconsciente, luego sintió que era aplastada por más personas. Tras las explosiones sus piernas quedaron cruzadas y fue sometida a 22 cirugías, actualmente su columna sigue lesionada y tiene el riesgo de que sus piernas y manos dejen de funcionar.
Sin embargo, a tres décadas las autoridades continúan con las divisiones de los lesionados, las humillaciones, discriminación e ineficiencia para brindarles la atención médica que necesitan. Sostiene que no hay justicia ni una consulta médica digna.
“Invito que el gobernador nos dé una audiencia a las víctimas del 22 de abril para que nos diga dónde está la atención, para que realmente nos la den, o que le diga a la persona que escribió esa nota que se acerquen porque con tristeza te puedo decir que al día de hoy no tenemos medicamentos, no hay aparatos ortopédicos, no hay cirugías, no hay una atención médica integral digna, no tenemos nada”.
Sonia Solorzano, víctima de las explosiones del 22 de abril, refirió que otro de los problemas es que el fideicomiso de los afectados solo incluye a 56 lesionados y 40 familiares, pero dejan de fuera a otras 60 personas porque el Estado no los reconoce como sobrevivientes de la tragedia.
Aunque las explosiones del 22 de abril de 1992 en la calle Gante no dejó secuelas físicas o lesiones en Jorge Ramírez, bombero de Guadalajara en retiro, sí fue una experiencia nunca antes vista y muy dolorosa, vio a algunos de sus compañeros fallecer en esta tragedia.
Relató que el 21 de abril de 1992, él era un oficial de guardia en los Bomberos de Guadalajara, y recibieron el reporte de olores a gasolina, por lo que durante la tarde y noche de ese día salieron a buscar el origen del hidrocarburo, aclaró que en aquel entonces, la búsqueda se hacía manual, es decir, levantado coladera por coladera lo que generó que entrada aire a las cañerías.
Afirmó que el 22 de abril, cuando se registraron las explosiones, 13 bomberos trabajaban en la calle Gante para dar con el origen de la fuga de gasolina; él atendía un incendio en el Mercado de Abastos, pero tras conocer la tragedia se volcó en ayudar a los lesionados.
Aún no llegaba a la zona que le habían asignado, pero el descontrol, desconocimiento, las personas tratando de ayudar a los lesionados, sacando a unos del suelo, fueron imágenes que le impactaron.
“Lo primero que yo vi fue una persona ya mayor que gritaba pidiendo auxilio por su esposo que se encontraba dentro de la finca, la señora desafortunadamente, fue entrar a esa finca y lo que vimos fue algo triste, ver personas que habían perdido la vida, personas que luchaban por salir bajo los escombros, por ahí recuerdo algo que me marcó para toda la vida que una persona me dice oye allá hay un bombero muerto, sentí feo, sentí feo porque uno entrega su vida en el trabajo y pues tratamos de pasar ese trago amargo y continuar trabajando, empezar a sacar personas”.
A pesar de las escenas tristes, el bombero de Guadalajara en retiro, Jorge Ramírez, trató de controlar y organizar la situación, ayudar a los heridos, trasladarlos a hospitales, sacarlos de los escombros.
En ese evento, inició su jornada laboral el 21 de abril y la terminó el 29 de abril, días en los que dice rescataron a la mayor cantidad de personas que pudieron. Reconoció que más de 200 personas fallecieron, y afirmó que sí, un hombre quedó muerto arriba de un poste, pero negó que lo hayan dejado ahí por días.
Recordó que antes de las explosiones del 22 de abril de 1992 había 140 bomberos.
EH
