
- Los estudios de impacto ambiental, según la investigadora, nunca previeron que la Villa sería habitada por 3 mil personas. Foto: Archivo
Violeta Meléndez/mural
Guadalajara, México (27 julio 2021).- Además de incumplir con los instrumentos de ordenamiento territorial vigentes en su momento, la Villa Panamericana nunca evaluó los daños ambientales que generaría la habitabilidad del recinto.
Así, el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) aprobado para el desarrollo perdió vigencia apenas concluyó la justa deportiva, evidencia Ivonne Álvarez Gutiérrez, académica del Colegio de Jalisco, en el libro «Política Ambiental y Villa Panamericana».
En la obra, publicada en 2019, enlista las omisiones del proyecto a la normativa ambiental vigente entre las que figura la limitación del estudio de impacto, en el marco de una serie de autorizaciones que se aprobaron en fast track para la obra.
«De acuerdo con la autorización en materia ambiental, la Villa Panamericana fue sujeta a 56 condicionantes específicas para su preparación, construcción y operación», menciona, «ninguna hace referencia al número de habitantes de la Villa para su uso futuro».
«Si bien el alojamiento intensivo se llevaría a cabo durante la justa deportiva por la necesidad de albergar a poco más de 6 mil atletas, la utilización posterior a la contienda planteada en la MIA sería el habitacional para más de 3 mil habitantes, elemento que es soslayado en la autorización y en la que no se hace referencia al uso habitacional».
La autora menciona que dentro de la MIA no se hace referencia a la densidad permitida por el Programa de Ordenamiento Territorial de Jalisco para esa zona ni tampoco la invasión de la villa al polígono protegido del Bosque La Primavera.
De hecho, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inició un procedimiento de imposición de sanciones por el derribo de árboles dentro de la zona protegida para la construcción de un sendero, que no tenía autorización de la autoridad federal, por lo que se clausuró parcialmente.
Además, Álvarez Gutiérrez documentó que debido a estas deficiencias, el Gobierno del Estado se comprometió a realizar estudios más detallados sobre el impacto geológico, hidrológico, de riesgo, monitoreo del agua, entre otros, pero no se hicieron.
Incluso, la empresa constructora negó deliberadamente el cumplimiento de algunas condicionantes ambientales que estableció la otrora Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semades), pues le había pedido otorgar cuatro cuatrimotos al Bosque La Primavera para vigilancia y control de incendios forestales.
Sin embargo, el promovente de la obra se negó a dárselas con el argumento de que en el reglamento del bosque se prohíbe el uso de motos.
Pese a estos incumplimientos, la Villa Panamericana sería eventualmente vendida y ocupada por moradores privados, luego de que el Tribunal de Justicia Administrativa ordenara al Ayuntamiento de Zapopan otorgar licencias de habitabilidad.
