por Lauro Rodríguez/ntrguadalajara.com
 16 de Julio de 2021, 06:00 –

(LAS RECIENTES. Las últimas grietas de Sayula aparecieron el 10 de mayo de 2020. Foto: Especial)

El 10 de mayo de este año aparecieron en Sayula tres fallas geológicas que afectaron la carretera estatal Guadalajara -Colima a la altura del rancho Cucú. Las grietas fueron cerradas, pero se reabrieron a causa del temporal y la vía de comunicación tuvo que ser cerrada. Antes ya se había dado este fenómeno en el municipio, pero el Ayuntamiento de Sayula ignoró recomendaciones preventivas y de monitoreo que la Universidad de Guadalajara (UdeG) realizó. 

Sayula tiene al menos dos antecedentes en el pasado reciente. El primero se registró en 2005, cuando aparecieron grietas en la zona norte, y el segundo  en 2018, cuando se registraron algunas en la zona sur, a escasos metros de las que surgieron este año. 

El 26 agosto de 2018, la Unidad Municipal de Protección Civil documentó grietas que afectaron las aulas de la Escuela Secundaria Técnica 11 y las calles Jesús Figueroa, prolongación Aquiles Serdán y Pánfilo Natera, en la zona sur de Sayula. 

En ese entonces se registraron dos grietas: una de 27 metros con hasta 1.63 metros de profundidad y otra de 150 metros de longitud con hasta 1.5 metros de profundidad. En la secundaria se tuvo un aviso del evento cuatro años antes, cuando se detectó la presencia de hundimientos que fueron rellenados sin tomar mayor acción preventiva.  

Lo anterior fue precisado en un dictamen técnico al cual NTR tuvo acceso vía transparencia. El documento fue elaborado por Carlos Suárez Plascencia, especialista de la UdeG que visitó la zona y realizó diagnósticos para determinar acciones a seguir.  

Producto de ello creó un escrito con seis recomendaciones que entregó al gobierno de Sayula. El documento también previó un origen multifactorial para las grietas y alertó que las existentes podrían expandirse o aparecer nuevas.  

El análisis técnico especifica que la causa de las fallas puede ser de origen geológico por las características del suelo; sin embargo, también apunta que en su aparición pudo haber influido la sobreexplotación de agua y la reducción en las lluvias. 

“La zona de contacto morfoestructural entre el piedemonte de la sierra de Tapalpa y la ‘playa’ de la ‘laguna’ de Sayula, las reducidas lluvias en años recientes en esta área y la extracción de agua del acuífero para uso agrícola y de la población, ha ocasionado la contracción de los depósitos de arcillas de la ‘laguna’, lo que posiblemente provoca el movimiento del suelo que se acentúa en la zona de contacto de las geoestructuras, lo que ocasiona la deformación del suelo y por ende el fallo del suelo, provocando las grieta”, se lee en el documento. 

Las recomendaciones que Suárez Plascencia realizó el 10 de septiembre de 2018 consistían en realizar una serie de investigaciones para determinar la gravedad que pudieran representar las grietas y su grado de replicación o crecimiento en el lugar a fin de alertar a posibles perjudicados. 

Entonces se pidieron dos estudios de causa: uno para medir la disponibilidad de agua a través de los pozos profundos y determinar el nivel de sobreexplotación, y otro sobre la mecánica y resistividad del suelo. 

Asimismo, se pidieron dos campañas preventivas: una para determinar los riesgos existentes en los edificios cercanos a la zona de las grietas y otro para informar puntualmente a los dueños de predios afectados por las fallas. Pero nada se hizo. 

NUEVO DESAIRE 

Para 2019, un documento en poder de NTR fechado al 30 de agosto abordó el dictamen de Suárez Plascencia ante preocupaciones por las grietas. El texto fue dirigido a la administración municipal encabezada por Daniel Carrión Calvario, quien consiguió la reelección en el pasado proceso electoral. 

En el oficio, el director de Protección Civil, Marcos Betancourt Evangelista, hace mención de la preocupación existente, ya que el riesgo y la incertidumbre sobre las fallas persistían en la población y en la propia corporación. 

A la vez, el funcionario le pidió al presidente municipal declarar como zona de alto riesgo una franja de 20 metros a lo ancho de las grietas, lo cual supondría no utilizar la Secundaria 11, así como una zona de mediano riesgo a 300 metros de los límites de las grietas. 

“(Se solicitan las) debidas restricciones para las actividades productivas o de desarrollo urbano en tanto no se cumplan las recomendaciones emitidas en el Informe de Afectación presentado el 10 de septiembre de 2018”, pidió el director.  

Sin embargo, nuevamente, nada se hizo.  

Ahora hacen las mismas recomendaciones 

Tras no cumplir con lo recomendado por la UdeG en 2018 -acciones que pudieron preparar a Sayula ante el fenómeno de este año-, el maestro Carlos Suárez Plascencia, el 15 de mayo después del diagnóstico preliminar, insistió en cumplir con las medidas de monitoreo e investigación para determinar las causas reales de las grietas y el nivel de riesgo que significan. 

En el documento, el investigador persistió en medir el nivel de agua en los pozos profundos para conocer el grado de influencia que la sobreexplotación tiene en la formación de grietas. Ahora, se agrega la revisión de los canales pluviales pues la actividad agrícola ha modificado la trayectoria de los mismo alterando los procesos de infiltración de agua. 

Por lo pronto, el científico exhortó a la autoridad municipal a no dar permisos de construcción o cambio de uso de suelo en las zonas cercanas a las fallas hasta no se cumpla con las recomendaciones, esto para evitar riesgos futuros. A la par, pidió crear una obra hidráulica para evitar que el agua de lluvia erosione más la grieta y evitar, en el corto plazo, su expansión. Esto último, ya está en pie por parte de la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública. 

jl/I