Violeta Meléndez/mural

Guadalajara, México (06 mayo 2021).- Aluminio, sodio, mercurio, fósforo, bario, entre otros indicadores fuera de los parámetros establecidos por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) comprometen el equilibrio ecológico de la laguna de Cajititlán, en Tlajomulco.

De acuerdo con el Sistema de Calidad del Agua que opera el Gobierno de Jalisco, los últimos muestreos realizados en febrero de 2021 refuerzan la tendencia al alza de la mayoría de contaminantes monitoreados y confirma la mala calidad del agua.

A decir del académico Eduardo Juárez Carrillo, director del Instituto de Limnología de la Universidad de Guadalajara, estos parámetros desproporcionados hablan de la diversidad de actividades que se realizan alrededor y descargan al lago sin control, entre las que figuran la agricultura e industrias.

«El sodio está aumentando, en 2019 estaba en 125 miligramos por litro, ya es altamente tóxico para algunas especies, pasó a 170 miligramos. Puede venir de agroquímicos», señaló.

«¿Qué quiere decir esto? Se están concentrando los nutrientes, la contaminación, tenemos que meterle agua de otra fuente. Cualquier indicador que me digas está fuera totalmente de norma, prácticamente todos».

Juárez Carrillo atribuyó esta condición crítica a distintas causas, entre ellas el crecimiento descontrolado de la población y decisiones gubernamentales erradas en la laguna, como la construcción de un muro vertedor durante la Administración de Enrique Alfaro, que permitió elevar el nivel del cuerpo de agua para fines turísticos.

Sin embargo, esta obra cerró la conectividad con el arroyo Los Guayabos y le quita la posibilidad a Cajititlán de recibir agua limpia; quedó cerrada y con aportación permanente de contaminantes, lo cual también ha afectado la pesca.

Según explicó Juárez Carrillo, esto ha fomentado un desequilibrio ecológico, pues el ingreso de gran cantidad de nutrientes vía aguas negras y fertilizantes fomenta la multiplicación de microalgas, las cuales mueren rápidamente y su descomposición demanda altos niveles de oxígeno que necesitan especies acuáticas vivas como peces.

Sin embargo, asegura que hay alternativas para mejorar su situación, además de controlar la contaminación del lago.

«Hay un canal que puede traer agua del lago de Chapala, del río Los Sabinos y podría aportar importante cantidad de agua abriendo el muro vertedor que tenemos en esta zona, sería importante tenerla. En este caso la solución es la dilución», planteó.Hora de publicació