Publicado en Pagina 24 Jalisco 

Se olvidaron de él durante la contingencia: Usuarios

Por Rafael Hernández Guízar

El pasto seco, la falta de vigilancia, pero sobre todo unos baños inmundos, hacen del Parque Montenegro un lugar que deja un mal sabor de boca visitar/Foto: Cortesía

En pésimas condiciones se encuentra el Parque Mon­tenegro ubicado en el munici­pio de El Salto, Jalisco.

Lo que sirve de centro de esparcimiento para las fami­lias de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), se encuentra destruido, con mu­chos daños y baños en condi­ciones paupérrimas.

“Pues es lo que tenemos aquí, no hay más a dónde ir, porque los otros parques nos quedan bien lejos y pues esta es una opción para poder sa­car a la familia a dar un pa­seo, pero sí sería bueno que le hicieran algún cambio, que lo mejoraran pues”, dijo el se­ñor Humberto Terriquez, uno de los usuarios entrevistados ayer por Página 24.

Y aunque la entrada al parque es gratuita al igual que el servicio de sanitarios, este parque está en muy ma­las condiciones pues el césped está seco, hay partes en los que ya sólo se puede ver tierra y además, las terrazas que se supone son para que las personas puedan usarlas para comer, están clausura­das, según el personal del parque, se debe a la contin­gencia sanitaria, sin embar­go, no se sigue regla alguna de las decretadas para la se­guridad de las personas ante la contingencia de coronavi­rus.

Sin embargo, la peor par­te se ve en los baños. Los excusados están tapados, el piso lleno de excremento y el olor es nauseabundo. Pese a todo esto, las personas de­ben de usarlos así, no hay nadie que esté al pendiente del inmueble.

“Es una porquería, una chingadera y no nos merece­mos esto, ah porque eso sí, vaya a ver cómo está el Par­que Metropolitano por ejem­plo, allá sí, ese sí está bonito, los baños hasta huelen rico, pero aquí no, aquí es un asco entrar así sea a hacer pipí”, dijo Carlos Ramírez, otros de los usuarios entrevistados por este reportero.

Además, no hay seguri­dad dentro del parque. Es fá­cil que cualquiera participe en una riña, según lo consta­tamos ayer, cuando integran­tes de una familia casi salen a golpes por una acalorada discusión.

En síntesis, el parque está muy descuidado y las familias pidieron al gobier­no estatal que apueste por el rescate de este centro que es tan visitado por miles de personas.