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A más de año y medio de que Alfaro anunciara “intervención”

Por Gloria Reza M.

En un video que grabó el pasado domingo 19 de julio el activista ambiental Enrique Lira, junto a la cascada de El Salto-Juanacatlán se observa la espuma que arrastra el río alcanzando los tres metros de altura/Foto: Tomada de video

(apro).- A 19 meses de que el gobernador Enrique Alfaro anunciara que se invertirían 3 mil 418 millones de pesos en el saneamiento del río Santia­go, y a casi medio año que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió medidas cautelares a los vecinos de la cuenca, en el sito es evidente la gran conta­minación.

En un video que grabó el pasado domingo 19 de julio el activista ambiental Enri­que Lira, junto a la cascada de El Salto-Juanacatlán se observa la espuma que arras­tra el río alcanzando los tres metros de altura.

Durante la grabación, el activista menciona que el agua contaminada proviene de las industrias, rastros, te­quileras y talleres de maqui­la, y en menor medida de las viviendas.

Hace 11 años, la Comi­sión Estatal de Derechos Hu­manos de Jalisco emitió una macro recomendación para implementar acciones que reviertan los niveles de con­taminación del afluente. Al gobierno del estado, el orga­nismo le planteó 100 puntos, pero solo aceptó 43, y a más de una década, reportó avan­ces en 37.

Al anunciarse que habría una nueva macro recomen­dación, el mandatario jalis­ciense se molestó e invitó a la CEDHJ a realizar una “macro excursión” en febrero pasado. El recorrido consistió en visi­tar la renovación de 19 plan­tas de tratamiento, mostrar la construcción de un colector en la Cuenca del Ahogado, y el anuncio de un programa de rehabilitación de rastros.

Plantas de tratamiento no son idóneas

El 7 de febrero pasado, la CIDH emitió la resolución 7/2020 en la que otorga medi­das cautelares a los pobladores de las zonas aledañas a la cuen­ca. El organismo internacio­nal mencionó que el Estado le informó que la principal polí­tica pública para sanear el río consiste en implementar plan­tas de tratamiento de aguas residuales, lo cual “no es idó­nea” para reducir la contami­nación producida por residuos industriales que se encuentran en el agua.

La CIDH también men­cionó que el Estado de Méxi­co tiene “la obligación de mitigar el daño ambiental significativo, inclusive cuan­do hubiera ocurrido a pesar de acciones preventivas o si se desconoce cuál es el ori­gen de la contaminación, utilizando la mejor tecnología y ciencia disponible”.

La CIDH, en la medida cautelar 708-19, dentro del apartado V, se estableció que el gobierno de México tendría que informar en un plazo de “15 días contados a partir de la fecha de la presente comu­nicación, sobre la adopción de las medidas cautelares acordadas y actualizar dicha información en forma perió­dica”. Sin embargo, no ha dado una respuesta concreta, asevera Enrique Lira.

La reportera envió un co­rreo a la CIDH en marzo para conocer la respuesta del Esta­do, pero nunca se respondió a la solicitud.

Por otro lado, el activis­ta refirió que, el próximo 31 de agosto, el Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pa­cífico firmará un acuerdo de coordinación con los tres ni­veles de gobierno y las em­presas establecidas en el río, para que reciban un subsidio para construir en lo individual una planta de tratamiento.

Con ello, antes de mayo de 2021 se reutilizarían sus aguas residuales y ya no ha­bría escasez en los acuíferos.