La defensa del bosque de El Nixticuil se ha caldeado. Por un lado colectivos han denunciado que el ayuntamiento de Zapopan ha permitido en los últimos meses la voracidad inmobiliaria dentro del área verde, al autorizar permisos para la construcción de seis nuevos fraccionamientos en el área, algunos de ellos incluso con fincas dentro del área protegida, el alcalde zapopano, Pablo Lemus, insiste que hay intereses partidistas detrás de las personas que se oponen a las obras en la zona.

El Comité Salvabosque informó que se pretenden fincar tres mil viviendas en 43 hectáreas, con un impacto irreversible a la flora y fauna de la región.

El bosque de Nixticuil ha sido invadido lentamente por grupos inmobiliarios. / FOTO: Cortesía

Los proyectos residenciales son Miralto de 2.93 hectáreas, con 122 casas y 71 departamentos, propiedad de la empresa Construvida; Bosques San José, de la empresa Arquitectura y Construcción San José S.A de C.V.  que urbanizaría 1.6 hectáreas  con 76 viviendas; Reserva Esmeralda de Crea, Espacios y Conceptos, media hectárea de construcción en una zona de inundación y 24 departamentos; Alborada Residencial de Inmobiliaria, Promotora y Desarrollos Fiesta que es el proyecto más grande con 32.5 hectáreas y dos mil 198 casas de interés social; Vitana Residencial II de Terre Urba S.A de C.V, que mide 3.37 hectáreas e incluso invade parte del Bosque del Nixticuil e implicará 163 casas y finalmente Sotavento Residencial de Grupo Autofin Monterrey y ocupa dos hectáreas de la zona de transición y contará con 84 viviendas.

Aunque el alcalde afirmó que los cotos estaban ahí autorizados desde hace tiempo, documentos demuestran que Miralto se autorizó en 2019, Soatvento y Vitana en 2018 y Alborada en 2017.

Por lo pronto, el Comité Salvabosques ya emitió una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y piden se revoquen las licencias por el daño ambiental.