(ALZA. La cifra de manifestantes se fue actualizando conforme pasó la tarde. Primero se informó que eran 15 mil, pero el número final fue 35 mil. Foto: Especial)

A Diana la mataron su esposo y dos vecinos. Su hermana Claudia fue la encargada de contar la historia en el altavoz, parada en la glorieta de Las y los desaparecidos. A su grito de “justicia” respondieron miles de voces: “No estás sola”. Todas con los puños en alto.

Las historias fueron relatándose una a una con el mismo final: la justicia no ha llegado. Así, cobró mayor sentido la larga caminata desde Plaza Universidad, en el Centro de Guadalajara, hasta el cruce de Chapultepec y Niños Héroes, realizada por el Día Internacional de la Mujer, conmemorado ayer.

Hasta ahí llegaron unas 15 mil mujeres, según las organizadoras, aunque Protección Civil de Guadalajara, ya en Chapultepec, actualizó la cifra en 25 mil y, al cierre, en 35 mil.

La salida estaba programada para las 16 horas; sin embargo, tuvo que adelantarse unos minutos porque ya el espacio no alcanzaba. A la cabeza, la batucada llevó el ritmo de las consignas y las canciones, con botes y garrafones que sirvieron de tambores.

La primera línea fue para las familias de víctimas de feminicidio y desaparecidas. En mantas o cartulinas recordaron que Erika Cueto sigue sin aparecer o que la voz de Vanesa, quien denunció una y otra vez la violencia de la que era víctima, no fue escuchada. Entre las familias había algunos hombres, como uno con una playera y una pequeña pancarta que pedía justicia para Caro.

Las familias fueron acompañadas con gritos de “No son muertas, son asesinadas” y “Vivas se las llevaron, vivas las queremos”.

Mezcladas en este bloque también había mujeres cargando a sus hijos pequeños o llevándolos de la mano o en carriolas. Para algunas de ellas se colocaron largos listones morados en una zona de resguardo.

A lo largo de la marcha fueron desplegadas policías municipales, todas mujeres. Algunas incluso se pusieron un moño morado en el uniforme y hubo un par que portaron pañuelos de ese color. Su presencia fue de acompañamiento e incluso en un momento, al llegar a la calle Atenas, recibieron consignas a su favor. También hubo aplausos para las agentes viales cuando antes de llegar a Federalismo se desplegaron para asegurar el paso del contingente.

Ante las versiones del día previo sobre posibles destrozos, la mayoría de los negocios sobre Juárez-Vallarta cerró.

Pero la seguridad estuvo a cargo de las mismas organizadoras de la marcha, quienes se adelantaban unos metros para pedir orden y que quienes se incorporaran lo hicieran después de las familias.

En el trayecto las pancartas mostraban leyendas como: “No quiero ser valiente, quiero ser libre”, “Nos sembraron miedo, nos crecieron alas”, “Si no luchamos juntas nos matan por separado”, “Si miraras por nuestros ojos estarías igual”, entre otras. En el camino hubo mujeres tomadas de la mano, que se abrazaban, reían o lloraban.

SE REGISTRAN INCIDENTES

La vigilancia no evitó que se presentaran algunos incidentes. Cuando algunas jóvenes comenzaron a hacer pintas en las esculturas ubicadas en la explanada de la Universidad de Guadalajara (UdeG), una mujer que rezaba un rosario intentó impedírselos, por lo que se armó un forcejeo que no llegó a mayores

Al pasar la avenida Enrique Díaz de León un grupo comenzó a correr hacia los costados y las mujeres empezaron a esconderse. El pánico fue alentado por rumores de que se habían arrojado piedras y gases contra la marcha, lo cual fue mentira. Sólo hubo una mujer que sufrió una caída y tuvo que ser trasladada en ambulancia.

Más allá, en Guadalupe Zuno y Chapultepec, un hombre fue detenido por agredir verbalmente a las asistentes y fue remitido ante un juez municipal.

Más allá de los incidentes, al llegar a Chapultepec hubo más negocios abiertos e incluso en un bar salieron los empleados a regalar botellas de agua para las manifestantes. En Vallarta y Atenas también un par de hombres colocó una mesa con botellas de agua para regalar.

Poco antes de las 20 horas las primeras manifestantes llegaron a la glorieta de Las y los desaparecidos. Los familiares de víctimas subieron hasta el monumento a los Niños Héroes, desde donde relataron sus historias. Mientras se instalaban, cada grupo gritaba sus consignas. Unas niñas de secundaria, por ejemplo, sentenciaban que “las niñas no se tocan, no se violan, no se matan”.

Desde el monumento, Alejandra contó que a su hermana Liz la encontraron muerta tres días después que la asesinaron y que su feminicida salió libre por un amparo que le concedió el Juzgado 5 de lo Penal federal. Luego Michel Ramírez relató que su madre fue encontrada descuartizada en la carretera y después las historias siguieron, llenando el ambiente de razones para seguir marchando.

Casi al final, al menos cuatro camiones de la Guardia Nacional, llenos de elementos de seguridad, llegaron a la glorieta, provocando temor. “Solo fueron por un reporte de los hechos”, según autoridades estatales.

Fuera de la ciudad

Fuera de Guadalajara también se realizaron distintas manifestaciones por el 8 de marzo. Hubo movilizaciones en Tepatitlán de Morelos, Zapotlán el Grande, Tamazula de Gordiano, Puerto Vallarta, Lagos de Moreno, Autlán de Navarro, San Juan de los Lagos y Atengo. Todas transcurrieron en calma.

Las consignas de la marcha

  1.  “No quiero ser valiente, quiero ser libre”
  2. “Nos sembraron miedo, nos crecieron alas”
  3. “Si no luchamos juntas nos matan por separado”
  4. “Si miraras por nuestros ojos estarías igual”

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