86350841_2863016607087749_5676162713206652928_o

Este 8 de marzo volvemos a habitar las calles. Y lo hacemos por la histórica deuda que nuestras sociedades tienen con cada una de nosotras. Lo hacemos porque en el contexto de crisis capitalista, somos las mujeres quienes cargamos no sólo con la super-explotación, quienes enfrentamos el despojo o quienes nos vemos obligadas a volver a exigir los derechos más básicos; sino fundamentalmente porque nuestras vidas están en disputa. Lo hacemos porque en México se desarrolla una verdadera guerra contra nuestros cuerpos, porque nos desaparecen, esclavizan y asesinan con total impunidad. Pero tomamos las calles también, porque sabemos que encontrándonos, abrazándonos, compartiendo y existiendo juntas, le hacemos frente a la violencia en todas sus formas. Es por eso que nos convocamos nuevamente a ser el mismo grito, los mismos pasos, la misma rabia.
Porque no estamos dispuestas a que nos sigan arrebatando a compañeras, hermanas, amigas. Porque no descansaremos hasta traer de vuelta a las que faltan. Porque sabiendo de la potencia del movimiento feminista y de mujeres, llamamos a internacionalizar la lucha que en este país y en esta ciudad sostenemos cada día para seguir vivas.
Porque juntas paramos las violencias