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El ayuntamiento tapatío se negaba a poner los sellos de clausura ordenado por un tribunal

La suspensión fue emitida sin fianza alguna, debido al daño ecológico, y los riesgos que suponía la obra para la integridad de los vecinos

Por Rafael Hernández Guízar

El abogado Alejandro Cárdenas Enríquez advirtió que desde hace cinco años había antecedentes de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara, y no se había hecho nada para detener la edificación, la cual suponía posibles inundaciones, además de daños estructurales para las fincas contiguas/Foto: Rafael Hernández Guízar

Finalmente se clausuró la construcción de una torre de departamentos que se edifica junto a la presa Zoquipan, algo que ponía en riesgo a los vecinos de Jardines del Country en Guadalajara.

Alejandro Cárdenas Enríquez, el abogado del vecino que tramitó el juicio para obligar al ayuntamiento tapatío a que frenara la obra, advirtió que desde hace cinco años había antecedentes de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara, y no se había hecho nada para detener esta edificación, la cual suponía posibles inundaciones, además de daños estructurales para las fincas contiguas.

“Tenemos oficios generados por la Dirección de Protección Civil y bomberos de hace aproximadamente cinco años, y de Conagua, ambos coinciden en que debe de existir una franja de amortiguamiento o de protección de 15 metros entre la edificación y la cortina de la presa, con cualquier edificación que no sea movible, esto para que se puedan pasar al predio y darle mantenimiento a la cortina de la presa para que no haya afectaciones”.

Y agregó: “Las afectaciones que han tenido los vecinos, y que están debidamente documentadas son tanto inundaciones, incendios al interior de la presa, porque la presa es un vaso regulador que tiene agua en temporada de lluvias, solamente, porque en temporada de secas hay pastizales y han existido incendios en esta zona”, agregó.

-¿La autoridad municipal estaba negándose a clausurar la obra?

-Aquí hay algo que decir, la autoridad había sido notificada en varias ocasiones, y decía que estaba en trámite, que estaban los inspectores en transcurso de clausura, sin embargo, nos decían eso a pesar de que había medidas cautelares, y se estaban negando ha poner el sello que ordenaba la sala del tribunal, sin embargo, el pasado 28 de noviembre, la Dirección de Inspección y Vigilancia ya colocó los sellos de clausura, de obras suspendidas y se puso la leyenda de la sala, dando con esto acatamiento a la suspensión. Lo raro, es que haya sido tan lenta la Dirección de Inspección y Vigilancia en su momento para poner esos sellos a pesar de que fueron notificados desde agosto del 2019 porque ellos al momento que contestaron la demanda de nulidad, incluso estaban pidiendo que declara a la nulidad lisa y llana de las licencias, es decir, que ni siquiera la autoridad estaba dependiendo los actos que ellos mismos promovieron.

De esta forma, finalmente se dio seguimiento a lo que sea ordenada por parte de la Tercera Sala del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Jalisco, lo que consta en el juicio de nulidad 1976 que se sigue en dicha sala, y que resolvió dictar la medida cautelar en favor de los vecinos.

Sin embargo, trasciende que la suspensión fue emitida sin fianza alguna, esto debido al daño ecológico, y los riesgos que suponía para la integridad de los vecinos.