
La apuesta por las reforestaciones masivas es residuo de un viejo esquema de políticas que fracasaron en el pasado, pues no fue posible que por medio de acciones mal planificadas, peor ejecutadas y sin seguimiento puntual, se revirtiera la pérdida de bosques y selvas.
El conocimiento científico basado en el monitoreo ecológico de largo plazo demuestra que, en casi todos los casos, es la naturaleza la que responde sin más apoyo del ser humano que no irrumpir en las zonas deterioradas, con toda la carga negativa de su buena voluntad.
El experto Enrique Jardel Peláez señala la importancia de que se permitan los ciclos naturales, sobre todo en el caso de ecosistemas como el bosque La Primavera, adaptados al fuego al grado que requieren de su influjo para ciertos procesos de regeneración y cambio.
“Estamos hablando de ecosistemas en los cuales el fuego es parte de su historia y su dinámica, y que tienen capacidad de recuperarse frente a la perturbación, lo llamamos resiliencia, una composición de especies adaptadas para resistir al fuego, evadirlo, como los pastos, cuyas raíces que están bajo tierra, y rebrotar después del fuego”, señala el también investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
En esencia, el error se encuentra en pensar que el bosque está formado sólo por árboles. “En el momento en que el suelo queda descubierto, después del incendio, queda expuesto, pero tenemos el brote después del inicio de las lluvias. Todos estos pastos son muy importantes, es lo que inmediatamente protege el suelo”, añadió.
“Una cosa muy importante es que cuando se hacen acciones de reforestación, muchas veces se está pensando sólo en los árboles, pero es muy importante pensar en todos los componentes que hay en el ecosistema, porque, por ejemplo, vegetales como la caliandra van a estar produciendo la fijación del nitrógeno atmosférico, va a permitir que los pinos y los encinos puedan crecer, entonces llegar y chaponear ( cortar la maleza en áreas verdes) la vegetación para luego poner una plantita no es lo más adecuado. Los mismos troncos de los árboles que mueren y quedan derribados allí retienen también suelo, y son importantes para que el área se recupere. Hay otras especies como la capitaneja, que se han visto como una maleza, y sin embargo es otra planta que retiene suelo y produce flores que polinizan los insectos, usan como fuente de néctar, y son a su vez comida de aves; entonces mantener la diversidad biológica de un lugar como este implica mantener los componentes completos, todos cumplen un papel”.
Así, “un bosque tiene árboles, tiene arbustos, tiene hierbas, además de fauna; y en un lugar como este, La Primavera, la mayor parte de la diversidad de plantas se concentra en el estrato herbáceo y arbustivo; de más de 900 especies de plantas vasculares de La Primavera, más de 95 por ciento se concentran en el estrato herbáceo y arbustivo y son esenciales de conservar para mantener la biodiversidad de un bosque como éste”.
Jardel Peláez puso como ejemplo el caso del incendio de hace casi 14 meses en cerro San Miguel. “Este lugar se quemó severamente, y podemos ver en la parte de arriba que ya todo el suelo está cubierto de vegetación, y comienzan a establecerse renuevos de pino y encino, y eso quiere decir que se está regenerando el bosque”.
El Diario NTR (NTR) – La reacción del ecosistema fue inmediata
Enrique Jardel Peláez (EJP) – Sí, al inicio de las primeras lluvias empieza el proceso, estamos viendo lo que ha crecido después de un año.
NTR – Entre lo que ocurre el incendio y se instala la lluvia, es el periodo más frágil, supongo importa no hacer acciones que afecten.
EJP – No hacer cosas que generen más erosión; por ejemplo, la retirada del material leñoso caído, eso por el contrario ayuda a proteger el suelo; a veces se piensa que puede ser combustible de incendios posteriores, pero mucho de ese material está carbonizado y difícilmente se va a prender de nuevo, pero además, se va a descomponer, almacena agua, va liberando nutriente, es parte también del ciclo natural de un ecosistema.
Reforestar así, un fracaso asegurado

Paso a paso. Los expertos señalan que es bueno reconocer la preocupación social momentánea, pero por otro lado es urgente que como ciudadanos se entiendan los procesos del bosque, incluso cuando se incendia.
Reforestar masivamente y sin más sentido que hacer intervenir al mayor número de personas es un fracaso asegurado, sostiene la activista y bióloga Tania Vázquez en relación con el proceso que realizan la asociación civil Extra y el gobierno de Jalisco en el bosque La Primavera.
“Cada que observan al bosque incendiarse, una gran mayoría de ciudadanos se preocupa y montan en cólera. Después de ese momento de reclamos a la autoridad y de planear (y convocar) a mega reforestaciones que en muchas ocasiones logran llevarlas a cabo, se observa como hábilmente los gobernantes se aprovechan de esta situación para mostrar una extraña preocupación, hasta cierto punto inentendible porque son las propias autoridades quienes saben que hay acciones por el bosque que ayudan más a su protección y preservación que una reforestación”, sostuvo.
Por un lado, “creo que es bueno reconocer la preocupación social momentánea, pero por otro lado es urgente que como ciudadanos entendamos los procesos del bosque, incluso cuando se incendia; sé que suena difícil de inicio, pero los técnicos y académicos que lo han estudiado por décadas así lo señalan”.
No se trata “solo de plantar árboles cada que haya un incendio, sino de abordar el problema con medidas preventivas en temporadas de incendios, de protección con ordenamiento del territorio a través de los planes de ordenamiento ecológicos de los municipios que lo rodean así como la regeneración de suelos en áreas que lo necesiten”.
En los ciudadanos “existe el temor de que después de un incendio viene la urbanización de esa parte de bosque, y está bien fundada la preocupación, ya que hábilmente se entorpecen los procesos de veda de 20 años y tiempo después se construye en alguna parte del área de amortiguamiento del bosque. Si por parte del gobierno del estado en verdad existe una preocupación por proteger al bosque entonces se debe defender y hacer valer el decreto del cerro El Tajo, que justamente para eso está, para proteger el bosque de los intereses inmobiliarios y cambios de uso de suelo”.
Se trata entonces de que “haya más instrumentos para su protección y dejen de adjudicarle ese problema a la Federación haciendo lo que a ellos corresponde y pueden hacer en su territorio. Eso es lo que verdaderamente se necesita, una protección de fondo que blinde de una vez por todas al bosque de la invasión humana. El bosque tiene un poder de resiliencia increíble a los incendios, él sabe cómo sanarse y regenerarse a sí mismo, nuestro trabajo debe ser solamente protegerlo de manera real y eficaz y sobre todo respetarlo, valorarlo y dejarlo de en paz”.
Plantan pinos en San Agustín
Funcionarios del gobierno de Tlajomulco de Zúñiga junto con ejidatarios de San Agustín participaron en una reforestación del bosque de La Primavera, donde plantaron 400 pinos.
El alcalde Salvador Zamora Zamora señaló que se decidió comenzar con las labores de reforestación para regresar vida a esta área tras el incendio registrado en abril pasado.
“Aunque hay áreas donde es difícil plantar árboles después de un incendio, se hizo una evaluación de esta área, que de alguna manera no tuvo tanta afectación en el suelo y sí es factible plantar estos árboles”, mencionó Zamora Zamora.
En total, se colocaron 400 pinos, 150 de éstos con una altura de 2 a 2.5 metros y 250 pinos de 1.2 metros en tres hectáreas del lugar.
En la plantación participaron funcionarios adscritos a la Sindicatura de Innovación Gubernamental, Contraloría, Servicios Medios Municipales y, Protección y Sustentabilidad Ambiental, así como integrantes del ejido de San Agustín.
Biodiversidad
De más de 900 especies de plantas vasculares del bosque La Primavera, más de 95 por ciento se concentran en el estrato herbáceo y arbustivo y son esenciales de conservar para mantener la biodiversidad de un bosque
“Estamos hablando de ecosistemas en los cuales el fuego es parte de su historia y su dinámica, y que tienen capacidad de recuperarse frente a la perturbación”
Enrique Jardel Peláez, investigador de la UdeG.
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