Para medir el nivel de deterioro socioambiental de la cuenca del Río Santiago fue pensado un Índice de la Vergüenza, informó el director del Laboratorio de Economía Biofísica de la UdeG, Salvador Peniche Camps.

Por Elizabeth Ortiz/ udgtv.com 23 mayo, 2024

Fotografía: Fátima Aguilar /Archivo

AUNQUE PAREZCA QUE NO, TODO CUESTA, EN ESTE CASO ES DINERO Y SALUD.

Para medir el nivel de deterioro socioambiental de la cuenca del Río Santiago fue pensado un Índice de la Vergüenza, informó el director del Laboratorio de Economía Biofísica, Salvador Peniche Camps.

  • El investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, explica:

“O sea cómo está la cuenca, cuál es el nivel de deterioro y cuál es el riesgo que tienes como individuo de vivir aquí porque estás comiendo veneno, estamos respirando veneno todo el día y estamos tomando veneno en el agua.

Entonces cómo no nos vamos a enfermar, cómo le haces para medir eso, entonces bueno, tratemos de llegar a un índice, que le llamamos el Índice de la Vergüenza, el Shame Index que nos avergüence y que nos diga nuestro desempeño como sociedad, hacia dónde va”.

El próximo mes va a presentar el Índice en la Universidad de Washington.

“Que esto de cómo mezclas, o sea ya tienes el Shame Index, que está diciéndote que cada vez como sociedad y como comunidad estamos partiendo el queso a la cuenca, cada vez el agua está más podrida, cada vez hay más enfermos, la política pública no funciona el agua está más podrida.

Entonces hay un índice que te va diciendo cómo vas y entonces el arancel ciudadano de indemnización nos lleva a un índice de pérdida del valor de los servicios ecosistémicos, o sea un monto de dinero que nos está costando eso a todos y eso lo tenemos que retribuir”.

ESO NO SE QUEDA SOLO EN EL DIAGNÓSTICO, SINO QUE COMO DIJIMOS, TOOODO TIENE UN COSTO:

“La idea de la teoría de sistemas es cómo haces para que esa energía en lugar de que trabaje en contra del sistema y que nos ponga a pelear entre nosotros, porque a nadie la gusta que le echen la culpa, que la responsabilidad sea común, de todos.

O sea todos vamos a pagar por nuestros actos como comunidad no tú o él, se empeoró la calidad del ecosistema, entre todos tenemos que pagar 50 millones de dólares el mes que viene y ese dinero se va a dónde, a los niños sin riñones de Iztican, a la gente con cáncer de piel en Poncitlán, a los niños con anencefalia en Arandas”.