Por: Héctor Escamilla Meganoticias.mx : 23-12-2025

En 2025 no sólo se rompió el récord histórico de contingencias y precontingencias atmosféricas en la Zona Metropolitana de Guadalajara; también cambió el mapa de la contaminación.

Durante años, las alertas ambientales se concentraron de manera recurrente en el sur de la ciudad, particularmente en Las Pintas, Santa Fe y Miravalle. Sin embargo, los datos más recientes confirman que una nueva zona comienza a encender las alarmas: el Country.

Ubicada al norponiente de la metrópoli, esta área «que abarca corredores de alta carga vehicular como López Mateos Norte, Plaza Patria y Ávila Camacho» muestra un crecimiento acelerado en episodios de mala calidad del aire. Su condición geomorfológica, similar a la de otras zonas históricamente afectadas, favorece la acumulación de contaminantes, lo que está transformando al Country en un nuevo foco rojo ambiental.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), tan sólo en 2025 se han registrado 223 episodios de mala calidad del aire, una cifra sin precedentes que triplica los eventos reportados en años anteriores.

Del total, 199 fueron precontingencias y 24 contingencias Fase I. Al desglosar por estación de monitoreo, Las Pintas continúa encabezando la lista, seguida de Santa Fe; no obstante, la estación Country irrumpe en el tercer lugar, empatando con Miravalle, un sitio que históricamente concentraba esa posición. Este desplazamiento evidencia un cambio en la dinámica territorial de la contaminación.

El análisis de contaminantes revela que el 78% de los eventos estuvo asociado a partículas PM10, generadas principalmente por procesos de combustión, en especial el tráfico vehicular, mientras que el 21% correspondió a ozono. En el caso específico del Country, la mayoría de las activaciones se debieron a altas concentraciones de ozono, lo que refuerza su condición de nueva zona crítica.

Especialistas advierten que, aunque el sur de la ciudad continúa siendo vulnerable por su ubicación en un valle, la expansión de zonas rojas hacia el norponiente representa un nuevo reto ambiental. Con la llegada de temperaturas más bajas, se prevé un incremento en los niveles de PM10 y PM2.5, particularmente durante inversiones térmicas, fenómeno que limita la dispersión de contaminantes.

 Las cifras oficiales confirman la gravedad del escenario: en el 80% de los días transcurridos de 2025 se registró mala calidad del aire, muy por encima del promedio histórico de 30 a 40%, lo que coloca a este año como uno de los más críticos en materia ambiental para la metrópoli.