De un hipopótamo en las calles y un jaguar sacrificado nació la Unidad de Fauna Silvestre en Tlajomulco

Victor Ramírez / El Occidental

Cada hora en Tlajomulco se rescatan seis animales, desde los más comunes hasta los más inesperados como tigres, pumas, tigrillos, cocodrilos e incluso un hipopótamo que apareció caminando por las calles. Uno de cada cuatro, en promedio, está en riesgo de extinción. Y es que el municipio está cercano al bosque de La Primavera, además ha sido sede de circos y ranchos de personas relacionadas con el crimen organizado e incluso se volvió tiradero de animales exóticos, cuando estas personas decidieron aligerar su huída y se deshicieron de ellos.

En zonas boscosas del municipio se llegaron a encontrar restos de un oso y de un león. Lo común en la zona son tlacuaches, ardillas, serpientes, mapaches, venados y coyotes.

Pero el colmo llegó cuando de pronto apareció un hipopótamo caminando por las calles de la cabecera municipal y luego un joven jaguar de 8 meses, hambriento, que sujetó a un perro y al sentirse acorralado, atacó a personas y tuvo que ser sacrificado.

Todo esto dio paso, a fin de atender estas emergencias atípicas sin dañar a los animales, para crear la Unidad de Fauna Silvestre de Tlajomulco, que dirige Luis Cayo, única en su tipo, reconocida ya a nivel nacional, con capacidad de rescatar fauna silvestre en zonas urbanas y en riesgo.

Luis Cayo recuerda estos dos casos, primero el del hipopótamo, donde nadie sabía qué hacer ante el enorme animal que caminaba sin detenerse, luego de escapar de un rancho donde se tenían animales de diversos circos, que ante la reforma que no les permitía trabajar con ellos, decidieron abandonarlos ahí.

“Pasó el tiempo y en el 2017 sale un cachorro de jaguar, de aproximadamente ocho meses, en la vía pública, pero en esta ocasión no era de un circo, ni de ese tipo de espectáculos, el ejemplar estaba en algún tipo de confinamiento e intenta comerse un perro y entonces las autoridades de ese año acordonan el lugar, en ese momento el jaguar se siente invadido porque tiene a su presa, decide atacar y tiene que ser eliminado”, así fue el origen de esta área que forma parte de Protección Civil que hoy atiende al menos seis casos al día, de extracción segura de toda clase de animales..

Han capturado 409 mil ejemplares

A la fecha se tiene suficiente personal y equipo para poder tener las mejores condiciones de los animales que rescatan de las calles a las cuales llegan por diversas causas, ya sea por hambre, por accidente o escapando de riesgos como inundaciones o incendios y cada presa implica una acción diferente según sea la especie que se trate.

En lo que va de esta administración llevan rescatados mil 400 ejemplares, considerado bajo en relación a otros años en los que llegaron a los dos mil 800 animales, esta reducción se debe a que han impartido una serie de pláticas y la gente comienza a comprender qué especies como el tlacuache no hacen daño y se pide que los dejen en paz.

De los mil 400 rescatados de octubre a la fecha, 400 tienen una protección especial con la Norma Oficial Mexicana ya sea por peligro de extinción o amenazados, son 43 especies diferentes y van desde una tarántula, una iguana negra que nace en color verde y con el tiempo cambian a café para finalmente llegar al negro y son abandonadas, es una especie protegida porque en muchas partes las utilizan como proteínas; hasta un tigrillo o un ocelote.

Uno de cada cuatro animales rescatados esta en peligro de extinción. – Foto: Cortesía prensa Tlajomulco

Uno de cada cuatro animales rescatados esta en peligro de extinción. – Foto: Cortesía prensa Tlajomulco

Cada caso es distinto. Por fenómenos naturales o por omisiones del hombre, de pronto pueden estar frente a una serpiente o un gran felino: “Cuando hay una inundación también los animales tienden a arrastrarse con la corriente, por ejemplo serpientes que es muy común encontrarlas como cascabel, alicantes”, detalló, al mencionar sus constantes contactos con los reptiles. En los bosques de la Tlajomulco se da el nacimiento de muchas especies y de algunas que se escapan de cautiverio tal es el caso de los dos tigres que tuvimos que capturar cuando caminaban por la vía pública, entonces cada ejemplar aunque sea de la misma especie nos puede meter en un conflicto diferente”, ya que lo es lo mismo capturar una cascabel en una zona abierta o un jardín que hacerlo dentro de un motor lo que lo hace más complicado y peligroso.

El tiempo y la invasión de los espacios naturales han hecho que muchas de las especies se adapten a la ciudad y entiendan que protegerse debajo de un auto o en el motor los salva del peligro y es un sitio seguro, lo mismo con los tinacos y otras zonas de las casas por eso se busca reducir los riesgos tanto a los vecinos como a los animales y que tengan el menor daño posible, detalló

Uno de los trabajos que se hace es evitar que algunas especies hagan sus nidos en los tinacos o azoteas de las viviendas tal es el caso de los zopilotes los cuales comúnmente se pueden ver y ahí la recomendación es dejar que crezcan las aves y una vez que hayan emprendido el hielo y cambio de hábitat, que se elimine el nido para que así no regrese y busque refugio en los bosques.

Ejemplo en todo el país

El trabajo que realizan es reconocido en todo el país y este año van a ir a un evento en el que asistirán representantes de otros países con quienes harán intercambio de técnicas, casos atendidos y todo esto “ha llevado para que esta unidad sea un referente en el rescate de fauna y que el área metropolitana para nosotros es una selva de concreto en donde por lo menos son entre siete a 12 rescates, lo que la hace única en el ámbito público ya que hay algunas de tipo privado.

Al cuestionarlo sobre cuál ha sido el caso más complicado en estos casi nueve años de operación, dijo que todos llevan un proceso y hay algunos que para ellos son difíciles como es el caso de los venados ya que cuando uno de estos animales baja a una zona habitacional “la probabilidad de sacarlo con vida es muy difícil, corren muy rápido, se estampan, no les importa si hay un vidrio o un carro, por eso para nosotros es un animal muy complicado”, dijo Luis Cayo.

Pero también hay casos de riesgo como es el rescate de un jaguar o un puma, y se evita el tener que eliminarlo porque esa no es la intención, sino llevarlo de regreso a su zona de desarrollo o donde puedan realizar su vida de forma natural y libre. Todo esto se combina con la parte humana de los rescatistas que conviven con los animales ellos tratan de evitar la modificación del comportamiento del animal para que su retorno no se vea complicado.

Luis Cayo puso como ejemplo el rescate de un coyote que estaba en una cisterna y prácticamente “en calidad de bulto” porque ya no se movía, se aisló y no se cambia su estilo de vida, el resultado y el éxito de este rescate se verá al momento de ser liberado ya que si trata de morderlos y huir, es prueba de que hicieron su trabajo correcto y tuvo dependencia hacia el humano.

Todo su trabajo ha sido reconocido en otras entidades como Colima de donde reciben algunos especies para su rehabilitación, el último fue un tigrillo rescatado en Manzanillo que estaba deshidratado y su trabajo es sacarlo adelante porque es una especie en peligro de extinción y posteriormente regresarlo a un hábitat adecuado en la zona en la que se rescató y darle seguimiento. El Tigrillo u ocelote es uno de los seis felinos de la región pacífico de México.

Lo mismo han llegado animales de Guanajuato, de donde llegó un Halcón con una fractura y con todo esto confían en que la unidad se pueda replicar en otros estados para poder ampliar la red de rescate.

El panorama cambia con el rescate de animales exóticos que son mascotas ya que al haber nacido en cautiverio y depender de las personas para todo, hace difícil su reintegración a una zona salvaje. Puso como ejemplo el León que se rescató hace una semanas en Puerto Vallarta y que fue detectado cuando sus dueños lo sacaban a pasear por las calles, encadenado.

“No hay forma alguna de que se pueda regresar a un sitio nuevamente en libertad, ese animal siempre va a estar destinado al confinamiento y bajo cuidado de las personas, contrario a eso cuando el animal es nativo como un coyote, un mapache lo extraen de su medio y se hace un manejo inadecuado y no se puede regresar a zonas libres, entonces se canalizan a centros de educación ambiental, centros de reproducción o zoológicos” indicó.

Esto porque si un animal que ya lo tiene las condiciones para andar en el ámbito salvaje pudiera sobrevivir pero al momento de tener hambre regresará con las personas y puede correr el riesgo de llegar con alguien que le tenga miedo o nos lo quiera, lo elimine o termine como comida de otros.

La recomendación es tratar de no capturar al animal

Pero, ¿qué hacer al encontrarse con un animal salvaje?. La primera recomendación es no intentar tocarlo, esto es vital y menos tratar de capturarlo, se pide que se observe sus movimientos para saber dónde está y esperar a la llegada del personal capacitado para su atención.

Se puede marcar directamente al 911 para reportar ó al 33 31 38 30 98. Aunque a veces se quiere actuar de buena fe, la falta de capacitación puede dañar al animal al tratar de capturarlo como es el caso de algunas aves de alas finas que se pueden llegar a fracturar si se hace presión de más y eso hace provoca que tarden hasta un año para rehabilitarlas y sanarlas.

También hay el riesgo de contraer contagio de enfermedades de los mamíferos como rabia si son mordidos, no arriesgarse de más con cascabeles, tigres o leones.

Una recomendación básica es que si se detecta a algún animal silvestre en cautiverio o en jaulas “no lo reporten en redes sociales porque el animal es escondido cuando se enteran los que lo tienen y cuando llegan las autoridades correspondientes ya lo están, por eso es conveniente levantar la denuncia ya sea en al Profepa o la Fiscalía y es la mejor manera de poder ayudarles”, terminó.