La escuela Urbana 120 Basilio Vadillo captará agua de lluvia para enfrentar cortes y garantizar servicios
Viridiana Saavedra / El occidental
Comenzó la temporada de mayor calor en la ciudad y, aunque muchos la padecen, quienes se quedan sin agua son los más afectados.
Tal es el caso de algunas escuelas que carecen de agua y, en esta temporada, ante los cortes en la distribución, se ven en la necesidad de contratar pipas para continuar con sus actividades regulares de limpieza y aseo.
Una de esas escuelas es la Urbana 120 Basilio Vadillo, ubicada a unos pasos del Parque Morelos, en el centro de Guadalajara, donde hace apenas unos años adaptaron un sistema de captación de agua de lluvia llamado “Agua en mi escuela”.
Dicho programa ha beneficiado a otras tres escuelas en Jalisco a través de la instalación de sistemas de captación de lluvia para brindar agua limpia, garantizando así el funcionamiento de los planteles, que se llegaron a ver en la necesidad de reducir la cantidad de alumnos cuando había cortes de agua, pidiéndoles que se turnaran asistencia “unos un día y otros otro día”.
A decir de Raquel Machuca Flores, directora del plantel al que asisten 400 estudiantes de 12 grupos, “como estamos en el centro de la ciudad, hacen sus cortes de agua y somos de los primeros que nos cortan, lógicamente, y alrededor hay varios edificios en construcción. Vemos a futuro que esos edificios de varios pisos con departamentos van a necesitar agua y nos vamos a quedar sin ese valioso elemento”.
Por ese motivo, se dijo beneficiada por el programa promovido por la Fundación AlEn, al que se sumaron padres de familia y alumnos, quienes recibieron talleres de concientización en el cuidado de los recursos naturales y han buscado también aprovechar, de acuerdo a sus condiciones, el agua de lluvia en sus viviendas.
“Tenemos una lonaria en un teatro escolar y esa es una parte donde se capta la mayor parte de agua, que es captada por medio de tubos, una canaleta que orilla a un tubo y llega a cisternas grandes con 5 mil litros de agua conectados a los tinados y a una llave externa”.
De esa manera, a través de mangueras, distribuyen también agua para sus jardines y para la limpieza de la escuela, que es de las más antiguas de la ciudad.
