Mariana Quintero/Mural

Guadalajara, México (14 febrero 2025) .

Crédito: Archivo

En 17 años, colectivos ciudadanos han registrado la muerte de 2 mil 842 personas provocadas por la contaminación del Río Santiago; otras 4 mil 146 personas habrían también enfermado por esta misma razón.

En rueda de prensa, activistas recordaron la muerte en 2008 del niño Miguel Rocha López causada por intoxicación debido al arsénico contenido en este cuerpo de agua, y reclamaron a las autoridades tomar acciones para sanearlo.

«Ahora el papá del niño también está enfermo, tiene insuficiencia renal crónica terminal () el año pasado fueron 97 nuevos casos de insuficiencia renal, también documentamos 37 nuevos casos de cáncer de diferentes tipos», expuso el integrante del Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto Jalisco, Raúl Muñoz.

«La cifra de fallecidos es muy alta, (el 2024) es el año en el que más hemos perdido personas, con 168 fallecidas por enfermedades relacionadas con la contaminación», lamentó.

Pobladores de El Salto y Juanacatlán señalaron que pese a sus reiteradas demandas para sanear el río, después de casi 20 años de la tragedia de Miguel Ángel, no hay cambios.

«La justicia ambiental y la reparación integral de los daños a la población afectada nunca llegó. Nunca se establecieron sanciones firmes contra las empresas responsables de la contaminación y se perpetúa la impunidad», acusó la Directora del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, María González Valencia.

«No hay una atención médica integral en toda la región a pesar de que se identificaron enfermedades relacionadas con la contaminación», aseveró.

Los activistas también criticaron la falta de resultados del programa Revivamos el Río Santiago, promovido por el ex Gobernador, Enrique Alfaro, y para el que se invirtieron 7 mil 333 millones de pesos.

Acerca del Plan Nacional Hídrico 2024-2030 dirigido por el Gobierno Federal y el cual contempla saneamiento de la cuenca Lerma-Santiago, los colectivos exhortaron a las autoridades a no realizar acciones simuladas y exigieron que haya sanciones para las industrias que contaminan la cuenca.
«Tal vez nosotros ya no volvamos a ver de nuevo nuestro río limpio, pero por lo menos queremos que nuestros descendientes lo puedan disfrutar, así como yo lo disfruté de niño, que era un paraíso () el río nos daba de comer y nos divertía y eso es algo inolvidable», dijo Muñoz.