Violeta Meléndez/Mural

Guadalajara, México (22 junio 2024) .-05:00 hr

Entre los principales usos del agua concesionada está el campo. Crédito: Archivo.

Aunque desde el año 2019 se llegó al límite de agua concesionada que los acuíferos de Jalisco son capaces de recargar, los permisos para extraer líquido del subsuelo no han parado desde entonces.

Al corte de marzo de 2024, en los acuíferos de Jalisco existe un déficit de 266 millones de metros cúbicos de agua por año, es decir, se autoriza extraer más volumen del que tienen la capacidad de regenerarse de manera natural, según informó el Instituto de Información Estadística y Geográfica.

Pese a este escenario deficitario, la Comisión Nacional del Agua ha otorgado desde 2022 un total de 617 nuevas concesiones a beneficio de 571 personas o razones sociales para que puedan extraer, entre todos, 49 millones 236 mil 902 metros cúbicos de agua subterránea.

Los principales usos que actualmente tiene el agua concesionada en Jalisco son agrícola con 60 por ciento, público urbano con 14 por ciento, servicios 4 por ciento, industrial 3 por ciento y otros usos el resto del volumen. No obstante, el IIEG refiere un acaparamiento del recurso cada vez en menor cantidad de manos.

«De los 21 mil 932 concesionarios, el 80 por ciento del agua del subsuelo está concesionada a 5 mil 940 titulares, sin embargo, la concentración del agua entre un conjunto menor de titulares se hace cada vez mayor, pues el 50 por ciento del agua está concesionada a mil 728; el 20 por ciento está asignada a 190; el 10 por ciento del agua está concesionada a 21 concesionarios, de los cuales 14 son privados y 7 son públicos», señala en un informe.

«El concesionario vigente de tipo privado que tiene la mayor cantidad de agua concesionada es Urbi Construcciones del Pacífico, SA de CV, con 15 millones 600 mil metros cúbicos; y de tipo público el mayor concesionario es el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa) con 94 millones 608 mil metros cúbicos».

Distintos académicos y activistas han insistido en que el agua subterránea sea la más cuidada al ser la menos susceptible a contaminación por fuentes humanas y la evaporación en el contexto de la crisis climática, a la vez que han llamado a realizar cambio de prácticas en el campo para utilizar menos agua y garantizar su abundancia en el futuro.