Violeta Meléndez/Mural

Guadalajara, México (20 junio 2024) .-05:00 hr

La presa Calderón está actualmente al 19.3% de su capacidad, es decir, a solo 0.30 por ciento de la desecación técnica, alertó la Conagua. Crédito: Archivo

Debido a que el nivel de aguas mínimas para bombear agua a la Ciudad de Guadalajara se alcanza al 18 por ciento de su capacidad, la presa Calderón -que abastece hasta el 14 por ciento de la población- está a décimas porcentuales de llegar a dicha cifra y dejar de operar, de manera que solo las lluvias podrían evitar este escenario. 

De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua, la presa está actualmente al 19.3 por ciento de su capacidad, es decir, a solo 0.30 por ciento de la desecación técnica, lo que implicaría un desabasto de agua, confirmó el consultor en recursos hídricos Josué Sánchez Tapetillo. 

«Es probable que con la entrada a tierra de la tormenta tropical Alberto en las próximas horas, la cuenca de la presa reciba lluvias que contribuyan a recuperar volumen. En la raya», consignó el especialista. 

Según informó, el hecho de que la presa registre estos niveles a estas alturas del año se debe a que la recuperación histórica que registra la Conagua sobre este embalse fue precario el año pasado, que estuvo marcado por lluvias deficitarias. 

Es decir, mientras en septiembre del 2022 la presa llegó al 100 por ciento de su capacidad gracias a las lluvias intensas de ese año, comenzó su descenso y ni siquiera con el temporal del 2023, un año después, pudo recuperarse, pues en agosto de ese año llegó al 50 por ciento y desde entonces ha venido en descenso. 

Por otra parte, el aspecto que ha permitido a la presa Calderón operar este año ha sido que, a partir de finales de febrero, ingresan mil litros adicionales de agua a dicho embalse provenientes de la presa El Salto, ubicada en Valle de Guadalupe, sin embargo, aun con ese aporte está cerca de su desecación si no logra recuperarse con lluvias. 

En 2021 la presa Calderón dejó de operar debido a que llegó al 18 por ciento, consecuencia de la sequía y las lluvias precarias del año anterior, lo que dejó sin suministro de agua potable a 500 mil habitantes durante dos meses del estiaje.