Mariana Quintero/Mural

Guadalajara, México (21 abril 2024) .-05:00 hrs

Los desarrollos han encarecido el costo de las viviendas, forzando a los locales a desplazarse a las periferias. Crédito: Archivo

En Puerto Vallarta la llegada de las plataformas digitales de hospedaje, como Airbnb, ha incentivado durante la última década el aceleramiento en la construcción de desarrollos inmobiliarios, principalmente en las zonas céntricas del Municipio, aseguró el investigador y doctor en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad de la UdeG, Alfonso Baños.

«Lo que ha pasado en Puerto Vallarta es que con esta plataforma se aceitó una maquinaria inmobiliaria muy potente. Se está aprovechado que ahora tú puedes rentar esas unidades departamentales en una plataforma y que esto financia de alguna manera parcialmente la compra de la unidad», apuntó.

El investigador, en conjunto con otros académicos en el área, revelaron en el artículo «Hospedaje colaborativo y vivienda turística en Puerto Vallarta» que, por ejemplo, de 2010 hasta 2018 se habían construido en la Zona Romántica, cerca de la playa Los Muertos, 675 departamentos.

Sin embargo, de acuerdo con el Plan Parcial de Desarrollo Los Muertos solo podrían haberse edificado 128 unidades en ese punto. Es decir, se construyeron 547 departamentos más que los permitidos por la normatividad vigente.

Esto ha traído consigo el detrimento en la infraestructura pública, como es el caso de la redes de agua potable y alcantarillado; resultan insuficientes para dar abasto a las descargas sanitarias, e incluso para la demanda de agua.

«A partir del 2010 y 2012 vemos una aceleración importante en la construcción de departamentos, sobre todo en algunos barrios como Zona Romántica, Versalles, 5 de Diciembre, Marina Vallarta, Conchas Chinas, Amapas», explicó.

«En el caso del drenaje lo que ha pasado es que se han venido ampliando las líneas, o sea, se han hecho tuberías más grandes, pero aquí lo cuestionable es ¿quién paga estas infraestructuras? El daño lo generan los desarrollos inmobiliarios, pero no contribuyen con el costo de la adaptación de la infraestructura de drenaje, esto se paga con dinero público», señaló.

El experto resaltó además que la movilidad en la franja turística se ha vuelto cada vez más complicada y que la llegada de los desarrollos también ha encarecido el costo de las viviendas, por lo que los locales se han visto forzados a desplazarse a las periferias.

Baños apuntó que el Ayuntamiento tiene que comenzar a regular el trabajo de las inmobiliarias, por ejemplo, exigiendo que haya compensaciones.