por Sonia Serrano Íñiguez/ntrguadalajara.com

 3 de Enero de 2024, 06:00 –

PRONÓSTICO. La Presa El Zapotillo estará lista en febrero para luego ser llenada, según la Segia. (Foto: Especial)

A través de un decreto firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador se determinó blindar la zona de la Presa El Zapotillo, por lo que no podrán aprobarse cambios de uso de suelo ni nuevas concesiones. El documento establece obligaciones de recuperación ambiental para las autoridades en la superficie protegida, la cual es de más de 20 mil 810 hectáreas.

El 29 de diciembre pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto “por el que se declara zona de restauración ecológica de la región de la Presa El Zapotillo en la zona de las localidades de Temacapulín y Palmarejo, municipio de Cañadas de Obregón; Acasico, municipio de Mexticacán y municipios de Yahualica de González Gallo, Jalostotitlán y Teocaltiche”.

Consultado sobre la publicación, el coordinador del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua, Juan Guillermo Márquez Gutiérrez, señaló que el decreto sólo prevé la parte ambiental, pero sigue sin atender diferentes aspectos que deben resolverse, como la distribución del agua de la cuenca para los municipios de los Altos, por lo que insistió en que es indispensable un nuevo decreto que aborde el tema.

El documento publicado por el presidente señala que El Zapotillo y los ecosistemas que la rodean “han sufrido grandes afectaciones; por ejemplo, el río Verde ha sido objeto de un saqueo constante de materiales pétreos, lo que ha alterado por completo su lecho, de igual manera la presencia de actividades agropecuarias no sustentables ha fraccionado la cobertura forestal. Recientemente los suelos han sido severamente afectados por la expansión descontrolada de la siembra de agave”.

El decreto recuerda además que entre los compromisos presidenciales que se establecieron en 2021 con los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo para destrabar la construcción de la presa estaba el “resarcir los daños ambientales, territoriales y sociales ocasionados a los pueblos campesinos de estas localidades por la construcción de El Zapotillo, iniciada en el año 2005 en el estado de Jalisco”.

El texto señala también que está basado en un “estudio técnico justificativo que advierte que en la referida región existen procesos acelerados de degradación, por lo que es necesario llevar a cabo acciones para la recuperación y establecimiento de condiciones que propicien la evolución de los procesos naturales”.

Al respecto, Márquez Gutiérrez consideró que los procesos de consulta para el decreto no se llevaron a cabo en los términos que marcan las resoluciones judiciales, sobre todo porque no se tomó en cuenta a todos los sectores.

NO CAMBIOS DE USO DE SUELO

Entre los objetivos principales del decreto se encuentra “evitar más cambios de uso de suelo en terrenos forestales y alteración hidrográfica, a fin de reducir factores de disturbio y degradación, con excepción de aquellas que fueran necesarias para la construcción de la presa El Zapotillo, sin que ocasione inundación en las localidades, su embalse”; sin embargo, Márquez Gutiérrez apuntó que el mayor daño ambiental se ocasionará con el llenado de la presa, pues vegetación quedará bajo el agua en 270 hectáreas y habrá liberación de carbono por la putrefacción de la misma.

Otros objetivos mencionados en el decreto son la regeneración y estabilización de suelos; la armonización de los usos de suelo; la restauración productiva de agroecosistemas sostenibles; restauración de los ríos Verde y Ancho, y de las zonas de captación de agua; acciones de manejo integral del paisaje, y la recuperación de la cobertura forestal, entre otros.

Las determinaciones aplican para las subzonas de asentamientos humanos, del embalse, de restauración de la cuenca hidrográfica, de recuperación de ecosistemas y de restauración agroecológica.

También se establece la obligación para la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) de elaborar un programa de restauración ecológica, el cual deberá estar terminado en un plazo de cinco años.

En cuanto a las restricciones, además de los cambios de uso de suelo, aplican para nuevas concesiones o prórrogas de las que estén vencidas para la explotación de material pétreo en los cauces; de retiro de arbolado, y de aprovechamiento de especies de flora y fauna silvestre. También ordena que cualquier obra pública o privada se sujete a lo establecido en el programa de restauración ecológica.

En los artículos transitorios se señala que los recursos necesarios saldrán del presupuesto del “presente ejercicio fiscal”, por lo que Juan Guillermo Márquez consideró que el tema debe revisarse, pues el decreto entró en vigor a finales de 2023 y ya no habría dinero disponible.

La semana pasada, el titular de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segia), Jorge Gastón González Alcérreca, informó a Líder Informativo que El Zapotillo estará lista en febrero de este año para que posteriormente comience a ser llenada.

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