Violeta Meléndez/mural

Guadalajara, México (24 agosto 2023) .-14:45 hrs

En lo que va del sexenio, vecinos organizados han logrado frenar tres plantas de abastecimiento de hidrocarburos en Jalisco por representar un riesgo para su seguridad, de las cuales, dos afectarían directamente la cuenca del río Santiago, que se encuentra en proceso de saneamiento.

Se trata de la termoeléctrica La Charrería, en Juanacatlán, que ciudadanos frenaron en 2020 mediante amparos en instancias judiciales; le sigue el gasoducto en la comunidad indígena San Juan Bautista, en Lagos de Moreno, que resultó en detenciones arbitrarias de vecinos inconformes en 2019; y finalmente del trasvase de hidrocarburos en Casa Blanca, Poncitlán. 

En rueda de prensa, ciudadanos que forman parte de la resistencia a dichos proyectos relataron que en ninguno de los casos se les consultó sobre los alcances de esta infraestructura a pesar de que atravesarían sus comunidades con hidrocarburos como gas natural, en el caso de Lagos de Moreno, así como diésel y turbosina en Poncitlán. 

Pese a que la organización vecinal logró obtener fallos judiciales a su favor para detener el avance de los tres proyectos, coinciden en que las empresas promotoras no han desistido de su intención por concretar las inversiones y aún son una amenaza latente. 

«Esta unidad de trasvase de hidrocarburos es enorme, pone en riesgo cuatro comunidades en caso de una explosión, nos iríamos todos porque está manejando grandes cantidades de combustible que se enviaría del ferrocarril a pipas para distribuir a diferentes plantas de Jalisco, desde gasolinas hasta turbosina y metilterbutileter, un aditivo altamente contaminante», relató Juanita Márquez, de Poncitlán. 

«De pronto llegaron a hacer unas excavaciones al pueblo y nos comentaron que estaban trayéndonos gas natural, pedimos ver un permiso y no había (…) Tenemos una laguna y el gasoducto pasa por debajo, al fin y al cabo es un consumo del territorio devastador», abundó Liliana Martínez, de Lagos de Moreno. 

En el caso de la termoeléctrica La Charrería, en El Salto, la activista y vecina de la zona Rebeca Nuño advirtió que el proyecto agudizaría la crisis de contaminación ambiental que se vive en la zona por el río Santiago

«Ante la devastación y la enfermedad no alcanzamos muchas veces a tocar el tema de los combustibles fósiles que en el fondo es la producción industrial, cuando fuimos investigando nos encontramos un montón de gasoductos que se están extendiendo para abastecer a las termoeléctricas, aunque se venden como gas natural, una energía menos contaminante, abastecen parques industriales que nos están enfermando y matando».

Por su parte, la activista brasileña Leonor Canadas, que acompañó a las vecinas, planteó que en el fondo todos estos proyectos se anunciaban como limpios debido al uso de gas natural, sin embargo, éste supone impactos en el agua para su extracción y, además, está conformado principalmente por gas metano, de alto efecto invernadero.