por Sonia Serrano Íñiguez/ntrguadalajara.com

 2 de Agosto de 2023, 06:00 –

VAN POR MÁS. El proyecto Gran San Rafael considera 28 torres de 12 y 14 niveles, pero a la fecha sólo hay dos terminadas. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

Para obtener los permisos del desarrollo inmobiliario Gran San Rafael, la constructora Grupo San Carlos encargó un estudio de mecánica de suelo en el que se contempla la construcción de viviendas de dos niveles o edificios de cuatro en lo que fue el Club Chivas San Rafael; sin embargo, las primeras dos torres del proyecto inmobiliario son de 12 y 14 plantas. Y faltan 26 más.

El laboratorio que llevó a cabo el estudio aclaró que aún para un máximo de cuatro plantas se debía “densificar o compactar los estratos” de la zona, pues estaban “en estado flojo o suelto”.

Según la información que ha difundido Grupo San Carlos sobre el desarrollo, los 28 edificios que lo conformarán son de entre 12 y 14 niveles. A la fecha sólo dos están terminados.

Vía transparencia, el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa) entregó a una ciudadana los resultados del estudio de mecánica de suelo para la construcción de las torres, ubicadas en la calle Historiadores 3180 y 3280, en Guadalajara.

El estudio, entregado en enero de 2020 por la Subdirección de Factibilidades Metropolitanas del Siapa, cuyo titular es Hugo César Bonet Mariscal, fue elaborado por el Laboratorio Ejecución y Control de Calidad de Obras en enero de 2014. Los resultados, dirigidos a la empresa Constructora Yacuma, SA de CV, se refieren al proyecto “San Rafael Residencial, el cual se localiza en el interior de las instalaciones del Club Deportivo Chivas San Rafael, en la colonia San Rafael, en esta ciudad”.

El predio referido es el que finalmente se denominó Gran San Rafael y en el que se construyeron las primeras dos torres de 12 y 14 plantas.

En el estudio de mecánica de suelo se señala que “en este terreno se pretenden construir viviendas de dos niveles o edificios de cuatro niveles. Estos sí son factibles, tomando en cuenta el presente estudio del terreno”, pero siempre y cuando se respeten las recomendaciones hechas en el informe, las cuales consisten en “densificar o compactar los estratos que se detectaron en estado flojo o suelto”.

En el mismo documento se afirma que el estudio es importante para que se lleve la cimentación óptima, la cual se entiende como “aquella que sea segura, funcional y económica”. También señala que cuando se construye vivienda de interés social es muy importante “una correcta evaluación de las condiciones del subsuelo”.

El laboratorio agrega que se cree “que cualquier terreno puede sostener con eficiencia una construcción liviana y, por lo tanto, no se requiere un estudio de suelos; sin embargo, los hechos demuestran lo contrario, casas residenciales y otras construcciones livianas han sido muy afectadas debido al desconocimiento de las características del subsuelo. La capacidad de carga admisible de una cimentación es aquella que puede aplicarse sin producir desperfectos en la estructura, teniendo un margen de seguridad”.

Además, puntualiza que “una cimentación estará mal si la estructura se agrieta, rompe, se asienta o se inclina”.

Como conclusión, el Laboratorio Ejecución y Control de Calidad de Obras señala que en el terreno donde se construiría la vivienda “se detectó que el subsuelo presenta superficialmente estratos en estado suelto o muy flojos”, y en los detalles advierte que en los primeros se encontraron arena limosa con jal y arena amarilla.

Al respecto, Gabriela Cervantes, presidente del Colectivo Unidos por Jardines de la Paz y Colonias Aledañas, agrupación que se opone al desarrollo inmobiliario, recordó que desde la recomendación 19/2018, emitida en abril de 2018 por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), ya se advertía que el conjunto de torres no reunía los requisitos para la urbanización.

Incluso consideró que la desarrolladora ha enfrentado dificultades para la venta de los departamentos de las primeras dos torres.

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