Violeta Meléndez/Mural

Guadalajara, México (25 julio 2023) .-12:13 hrs

Aunque el comité técnico del Fondo Verde autorizó el 26 de mayo pasado un monto de 21.5 millones de pesos para invertir en la red de monitoreo atmosférico este año, las estaciones siguen decayendo y ahora son cuatro las que se encuentran fuera de operación.

Las estaciones que desde hace más de un año y medio no sirven son Atemajac y Oblatos, pero también se le sumó Vallarta en meses previos y recientemente Santa Fe, que es la más nueva de toda la red de monitoreo metropolitana al instalarse en el 2011 como la décima en la ciudad.

No obstante, intermitentemente también la estación de Las Águilas sale de operación e impide la captura de datos sobre calidad del aire, aunque vuelve a activarse de manera esporádica.

Es decir, lejos de incrementar la cantidad de estaciones e incrementar su capacidad de monitorear distintos contaminantes del aire, la red de monitoreo continúa en declive, pese a que robustecerla fue el objetivo principal cuando se creó el Fondo Verde.

Por si fuera poco, este año ha sido el único en que todas las estaciones de la red reportan por lo menos cinco días sin datos atmosféricos, mientras que el año pasado las estaciones Centro, Las Pintas y Santa Fe operaron al 100 por ciento los 365 días del año y no hay ausencia de información.

En tanto que ese mismo 2022 Las Águilas y Vallarta solo fallaron dos días cada una y Vallarta 3, no obstante, durante el 2023 esta última acumula 85 días sin datos, mientras que Atemajac y Oblatos han fallado 205 días cada una.

Esta ausencia de información implica que se desconozca la calidad ambiental de la atmósfera donde se encuentran instaladas las estaciones, y perjudique incluso en la generación de estadísticas anuales sobre calidad del aire. 

Además, si bien algunas estaciones vuelven a operar, ninguna registra la totalidad de contaminantes criterio -dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, ozono, monóxido de carbono y partículas menores a 10 micras (PM10 y PM2.5)-, que son los que marcan las normas oficiales mexicanas e internacionales para evaluar mínimamente la calidad del aire de las ciudades.