por Agustín del Castillo/ntrguadalajara.com

 31 de Mayo de 2023, 06:00 –

SUCIEDAD. La metrópoli presentó en 2022 un promedio de concentración de 26.7 puntos de PM2.5, según el índice de calidad del aire de Estados Unidos. (Foto: Archivo NTR/MPN)

Guadalajara, entre las grandes ciudades de América del Norte, es la más contaminada si sólo se contemplan las emisiones de partículas menores a 2.5 micras (PM2.5), consideradas junto con el ozono como los elementos más peligrosos para la salud humana. Si el registro se amplía a ciudades de todos los tamaños, ocupa el cuarto lugar del subcontinente, señala la base de datos de los últimos seis años de IQAir.

La empresa de origen suizo fabrica equipos para mejorar la calidad del aire y tiene como servicio a la comunidad una de las plataformas de datos en tiempo real de la contaminación ambiental más amplios del mundo. Es alimentada por los sistemas de monitoreo de cada ciudad que se miden con base en el índice de calidad del aire (ICA) de Estados Unidos, que es más riguroso que el mexicano, y según lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es todavía más estricto.

De este modo, en 2022 Guadalajara presentó un promedio de concentración de 26.7 puntos de ICA en PM2.5, lo cual es “de cinco a siete veces superior” a lo que establecen las directrices de la OMS. Por mes, se arroja un patrón que se cumple cada ciclo porque depende de la temperatura, de la humedad en la atmósfera y de la dirección y la intensidad de los vientos, lo que viene ligado a cada estación. Enero registró 24.3 puntos ICA; febrero, 20.8; marzo, 36 (siete a diez veces por arriba de las directrices de la OMS), y a partir de ahí dos meses más de la peor calidad del aire del año: abril, con 39.1 puntos, y mayo, con 41.4.

Pero la llegada de las lluvias redujo sustancialmente la contaminación, pues se reportaron 21.4 puntos en junio, 15.1 en julio y 17.1 en agosto. Aun así, la referencia sigue siendo elevada.

Septiembre, con 14.1 puntos, fue el mes más limpio del año pasado, pero la polución volvió a dispararse en octubre, cuando se reportaron 22.5 puntos; en noviembre se registraron 29.2 y diciembre regresó a los peores niveles: 36.2 puntos ICA.

UN RIESGO DE 6 MIL MILLONES DE PESOS

El estudio Valoración económica de los beneficios a la salud de la población que se alcanzarían por la reducción de las PM2.5 en tres zonas metropolitanas mexicanas, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, abordó el problema desde 2014.

 “En las zonas metropolitanas del Valle de México, Monterrey y Guadalajara, la concentración de ozono y de partículas suspendidas rebasa continuamente los límites establecidos en las normas mexicanas e internacionales para proteger la salud de la población. En estas tres metrópolis habita más de una cuarta parte de la población del país (28.7 millones de habitantes), que está expuesta a los riesgos que representa respirar aire contaminado”, refiere el documento.

Según la OMS, “las partículas suspendidas son responsables de más de 3.2 millones de muertes prematuras en todo el mundo. Las partículas finas, con un diámetro menor o igual a 2.5 micras (PM2.5), ocupan el noveno lugar en la lista de los factores de riesgo asociados con los índices de mortalidad a nivel mundial, principalmente por enfermedades cardiovasculares”.

Los resultados de este estudio muestran “que si las concentraciones de partículas finas (PM2.5) en estas ciudades se mantuvieran dentro de los límites recomendados por la OMS, solamente durante 2010 se evitarían impactos con un valor económico de 45 mil millones de pesos”: 6 mil millones en Guadalajara, 5 mil millones en Monterrey y 34 mil millones en la capital del país. Si sólo cumplen las más laxas normas oficiales mexicanas, el beneficio baja a 27 mil mdp.

 “Al reducir la concentración de PM2.5 en el aire se reducen las muertes ocasionadas por, al menos, tres padecimientos específicos: enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas”. 

Los montos calculados a ahorrar “equivalen a la mitad del gasto programado en salud del gobierno federal en 2010”, remata el estudio.

jl/I