
por Redacción / ntrguadalajara.com
1 de Mayo de 2023, 06:00 –
(Foto: Cuartoscuro)
Moda, derechos humanos y medio ambiente, un trinomio que ha adquirido tal relevancia en la cultura global, que resulta indispensable encontrar la ecuación que concilie esos postulados que en la realidad suelen colisionar: ¿Cómo construir un negocio tan importante sin explotar seres humanos y sin dañar las bases ambientales del desarrollo? Bajo patrocinio de la Muestra de Cine Ambiental y el Museo de Ciencias Ambientales, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), tres conocedoras ensayaron una respuesta.
Se trata del ciclo Diálogos por una moda sostenible. Derechos humanos y sostenibilidad, que buscó visibilizar las problemáticas alrededor de la industria de la moda sin estigmatizar el sector y ofrecer alternativas de solución.
El diálogo se efectuó a propósito del Mercedes Benz Fashion Week Guadalajara, que atrae a los mejores diseñadores del país, donde Jalisco es punta de lanza en el ámbito de la moda y el diseño. “El objetivo de estos ejercicios no es satanizar la moda. Nuestro afán es identificar aquellos componentes que son más perjudiciales que beneficiosos como la violación de derechos humanos y el daño al medio ambiente que, finalmente, es un daño a nuestra salud”, dijo el director del museo, Eduardo Santana Castellón.
El diálogo nació como parte del programa de actividades del MCA, organizando la Muestra de Cine Socioambiental, una de las más longevas en su tipo en México que el año pasado se elevó a la categoría de premio en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
Santana Castellón precisó que los talleres en la industria de la moda han mejorado sus prácticas sociales y ambientales con el marco de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el cumplimiento de estándares y la promoción del uso de materiales sostenibles en la producción de la industria textil.
“Sabemos de slow fashion y el fast fashion y que los talleres pequeños, ya sean muy exclusivos internacionales o muy locales, no necesariamente incurren en la explotación laboral”, explicó en la sede del diálogo, el Auditorio José Cornejo Franco de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola, el pasado 28 de marzo.
Muchos productores cambian sus materiales y métodos de producción para disminuir su impacto ambiental. La industria de la moda emplea a 300 millones de personas en todo el mundo, de las cuales en México se dedican al sector casi 3 millones lo que representa un valor comercial de 3 billones de dólares a nivel global. “La moda es, además, es una expresión humana que representa una relación dialéctica con la identidad: por un lado es muy individual, pero al mismo tiempo es comunal”.
En el diálogo participaron la periodista y profesora universitaria del Iteso, Vanesa Robles; la fundadora y directora de SCAL Comunicación, Fernanda Samayoa; la responsable de Proyectos y Eventos en Back Home, asociación civil dedicada a la prevención de desaparición y Trata de Personas, Irasema Sauceda. La moderación del diálogo estuvo a cargo de la diseñadora industrial de la UdeG y maestra por la Universidad de Buenos Aires, Larisa Esparza.
Vanesa Robles opinó: “Vemos todo el tiempo todo lo malo que está pasando en el mundo y la mala noticia es que no tenemos otro. Éste es el único mundo que tenemos. Tenemos que ser creativos. tenemos que involucrarnos. Los invito a que saliendo vean de dónde viene su ropa porque la mayoría estamos usando ropa que tiene, por lo menos, un poco de sangre. Podemos ser importantes sin usar marcas”.
Fernanda Samayoa, diseñadora de moda, coolhunter, productora de moda, retó a los asistentes, entre los que había estudiantes de diseño de modas, a que tomen la responsabilidad de su carrera y que se animen a proponer, a buscar camino, a que no esperen que les digan cómo hacerlo sin que abran su propio camino.
Irasema Sauceda, de la asociación Back Home, cuya misión es pelear contra al trata de personas explicó que las grandes empresas saben que al reducir el costo de sus productos aumentan su ganancia y la tendencia es que reducen la responsabilidad social que el empleador tiene por sus asalariados. Invocó a los asistentes a pensar a quién le consumen y qué prácticas apoyan, porque dijo, citando el slogan de su asociación, “sin cliente, no hay trata”.
Al concluir el diálogo se exhibió el documental The True Cost el cual se ha presentado del 2018 al 2010 en el programa “Cine Socioambiental en tu Preparatoria” que han apreciado al menos mil 100 estudiantes de seis escuelas preparatorias.
jl
