
por Agustín del Castillo/ntrguadalajara.com
23 de Abril de 2023, 19:42 –
foto: Cuartoscuro
En Jalisco, hasta el 20 de abril pasado, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) reportaba 445 incendios sobre una superficie de 20,387 hectáreas, para mantener a la entidad en primer lugar nacional por extensión de las deflagraciones. Pero si se considera la ecología del fuego, el dato más preocupante es cuando el fuego ataca ecosistemas sensibles, es decir, que no están adaptados a su presencia: y en ese renglón, prácticamente está la cuarta parte de la superficie: 4,622 hectáreas.
Es decir, si los incendios sólo se dieran donde es natural que se den: las diversas agrupaciones de bosques de pino-encino de sus ecosistemas templados, el impacto sería de poca consideración en términos biológicos, porque son ecosistemas que evolucionaron con el fuego, como sucede con el bosque La Primavera. Pero no pasa con otros ecosistemas que antes no se quemaban, y que ahora padecen fuego porque fueron fragmentados y degradados, y eso se suma a la fenomenología climática con los calores al
alza.
“Los ecosistemas sensibles al fuego, son los que no se han desarrollado con el fuego como un proceso importante y recurrente. Las especies de estas áreas carecen de adaptaciones para responder a los incendios y la mortalidad es tan alta incluso cuando la intensidad del fuego es muy baja. Es decir, no son muy inflamables. La estructura y la composición de la vegetación tienden a inhibir la ignición y la propagación del fuego. A medida que los incendios se vuelven frecuentes y extendidos, el ecosistema se desplaza hacia una vegetación más propensa al fuego. Como ejemplos podemos incluir una amplia variedad de bosque y selvas latifoliadas tropicales y subtropicales, así como bosques latifoliados y de coníferas de zonas en el extremo más húmedo del gradiente de humedad. Los bosques tropicales se convierten en sabanas de pastos inducidos y los pastizales semiáridos se ven invadidos por pastos no nativos que crean un combustible continuo”, explica el investigador Andrés Nájera Díaz, de la Universidad Agraria Antonio Narro, de Coahuila.
Conforme a los datos de la Conafor, 120 de los 445 incendios en Jalisco de esta temporada han sido en ecosistemas sensibles, lo que también marca una cuarta parte del total. En cuanto a número de eventos de estas características, el estado también encabeza la lista nacional. En cuanto a superficie de esta fragilidad sometida a la destrucción del fuego, Jalisco ocupa el tercer lugar. La norteña Sonora (7,668 hectáreas) y el sureño Guerrero (5,683 ha) son primero y segundo lugar.
El sistema de combate de fuego de Jalisco es de los mejores del país, lo cual se refleja en la superficie más moderada promedio por incendio, en comparación con otras entidades. Sin embargo, los excesivos brotes de fuego reflejan un mal control del territorio y de sus actividades productivas.
“Actualmente, un mayor número de ecólogos y conservacionistas consideran que los regímenes alterado del fuego, es decir, demasiado, muy poco o el tipo de fuego equivocado, son una gran amenaza para la conservación de la biodiversidad. Ellos sostienen que si no se les presta atención debida y se les integra a otros esfuerzos, los incendios o la falta de fuego tiene el potencial de deshacer el progreso logrado en décadas de esfuerzo de conservación y desarrollo sostenible”, agrega el académico citado.
Abril es el mes de los incendios en Jalisco. Esta jornada dominical obligó a desplazar fuerza de combate a deflagraciones en Talpa de Allende, Amatitán y Mazamitla. El primero fue controlado y extinguido alrededor del mediodía, y los dos seguían en combate al anochecer.
Numeralia
Estados con más incendios en México
Estado de México, 541
Ciudad de México, 451
Jalisco, 445
Estados con más superficie quemada
Jalisco, 20,387 hectáreas
Oaxaca, 10,271 hectáreas
Chihuahua, 9,355 hectáreas
Estados con más incendios en ecosistemas sensibles
Jalisco, 120
Ciudad de México, 60
Morelos, 29
Estados con mayor superficie de fuego en ecosistemas sensibles
Sonora, 7,668 hectáreas
Guerrero, 5,683 hectáreas
Jalisco, 4,622 hectáreas
FUENTE: Conafor
GR
