por Agustín del Castillo / ntrguadalajara.com

 16 de Marzo de 2023, 06:00 –

LO SEÑALA EL PROGRAMA. Según lo establecido, la UdeG sólo debe establecer “equipamiento educativo” en el predio. (Foto: Especial)

Según la zonificación primaria del Programa de Ordenamiento Territorial Metropolitano (POTmet), aprobado el 27 de junio del 2016, el predio de 55 hectáreas cedido por el gobierno de la Villa Alfarera a la Universidad de Guadalajara (UdeG) para crear ahí el Centro Universitario de Tlaquepaque (CUTlaquepaque) se ubica en un área de conservación para la que se establece que “por su valor ecológico o productivo, debe conservar sus actividades (de conservación), limitando y condicionando al menor posible las actividades diferentes a la vocación asignada”.

NTR informó ayer que las obras del CUTlaquepaque, iniciadas en enero y a cargo del gobierno del estado, no tienen manifestación de impacto ambiental.

Conforme a lo establecido en el programa de ordenamiento ecológico vigente, la zona se encuentra en la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) EV3 3_AU_ME, cuya política ambiental es “aprovechamiento urbano sustentable”. Además, el Plan Parcial del Distrito 2, subdistrito 1 Fovissste Miravalle, vigente desde 2020, clasifica el suelo como “áreas de reserva urbana de control especial por deslizamientos”.

El uso específico es “espacios verdes, abiertos y recreativos de jerarquía central” y la matriz de compatibilidades señala que la implantación de usos de equipamiento de nivel central está condicionada.

De manera que la UdeG sólo debe establecer “equipamiento educativo” en el predio. La educación, la protección de la naturaleza, la regulación hidrológica y los servicios de esparcimiento y recreación son las prioridades del uso del predio, según el análisis realizado por la propia casa de estudios al que tuvo acceso El Diario NTR Guadalajara.

De este modo la zonificación del predio de 55 hectáreas se describe a continuación: 6.74 hectáreas son de equipamiento deportivo y recreativo; 0.26 hectáreas de instalaciones de comunicación y una capilla en la cumbre del cerro, y 0.12 hectáreas de una propiedad privada. La superficie efectiva disponible del predio universitario sin construcciones es de 47.88 hectáreas.

De estas, se designaron 36.17 hectáreas para conservación, restauración y rehabilitación, lo que incluye 31.88 hectáreas para la conservación en la parte más alta del predio y 5.06 hectáreas en la zona del cauce del arroyo principal. Esta porción constituye el 76 por ciento de lo disponible del predio.

En tanto, el desarrollo del centro universitario se debe realizar en 10.44 hectáreas ubicadas en la parte baja del predio adyacente a la zona urbana. Sumado a las 6.7 hectáreas donde actualmente se ubica el equipamiento deportivo y recreativo que la comunidad solicitó que se respetara, el total del área educativa, deportiva y recreativa será de 17 hectáreas.

La UdeG asegura que mediante un proceso de diálogo y codiseño participativo con la comunidad “se puede desarrollar el equipamiento educativo integrado con el deportivo en estas 17 hectáreas, con un enfoque de usos múltiples”. El diagnóstico deriva en que no se deben establecer construcciones ni vialidades en el predio, diferentes a las que sean estrictamente requeridas para el manejo del mismo como zona natural de conservación, restauración y rehabilitación, o para el funcionamiento del equipamiento educativo del centro universitario.

“Especialmente no se deben construir vialidades ni edificios afuera de los tres polígonos definidos que suman 17 hectáreas en total. Por este motivo no se deben construir las vialidades planteadas en el plan parcial del municipio de Tlaquepaque, propuesta que se contrapone con los usos autorizados de conservación y educativos para el predio”.

La propuesta de Tlaquepaque, que impugna la UdeG, pretende conectar los fraccionamientos de Terralta y Cerro del Cuatro (entre las calles Tierra de Hadas y Leocares), lo cual no se justifica ni en el ámbito urbanístico ni en el ámbito ambiental.

Tampoco se debe realizar la propuesta de continuación de la calle Tierra Encantada, por las mismas razones, aunque en este caso el trazo fue obstruido por un edificio.

“El tratar de construir esas vialidades, además de no ser recomendable desde el punto de vista ambiental y social, afecta negativamente el plan maestro del centro universitario y va en contra de las manifestaciones públicas de la Universidad de Guadalajara de defender integridad ecológica del predio y reducir riesgos de inundación. La construcción de dicha vialidad generaría descontento social y entre los propios académicos universitarios y protestas ciudadanas ante las autoridades estatales, municipales y universitarias, municipales y estatales”, añade el análisis de la UdeG.

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