por Agustín del Castillo / ntrguadalajara.com

 24 de Febrero de 2023, 06:00 –

RIESGO. Gómez Tagle señala que la producción agroindustrial de aguacate no es sustentable. (Foto: Archivo NTR/MPN)

Tras la recepción de una denuncia de activistas michoacanos en la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA) de América del Norte contra el modelo expansivo y deforestador del aguacate en Michoacán, Alberto Gómez Tagle, investigador de la Universidad Michoacana en San Nicolás de Hidalgo, llamó a poner atención en el modelo jalisciense.

“La información existente indica que Jalisco tiene elevadísimas tasas de deforestación por cultivo de aguacate, incluso más elevadas que el estado de Michoacán”, dijo el académico, experto en el estudio de los impactos ambientales y sociales del modelo aguacatero.

Sin embargo, en Jalisco no hay niveles de denuncia similares. “Los procesos son muy diferentes, en Michoacán es más evolucionado simplemente por el tiempo de producción. En Jalisco, aún no hay un contrapeso funcional”, destacó.

Consideró que, como en Jalisco, también en otras partes se trata de ocultar el saldo negativo de la producción aguacatera.

“En 2018 estuve trabajando en Colombia y la perspectiva era muy similar. La gente estaba muy contenta de poder producir y exportar aguacate, aunque en el caso de Colombia, el aguacate es menos peor que la planta de coca que producían a punta de pistola tanto los narcos como los paramilitares”.

Digamos que si ahora le ponemos la lupa, estamos a tiempo de que no tengamos que lamentar más consecuencias negativas de las que ya se presentan, le comentó a El Diario NTR Guadalajara. “Sí. El tema es que la producción agroindustrial de aguacate de exportación no es sustentable”, contestó.

La propaganda en torno al aguacate mexicano suele ignorar su fuerte carga ambiental. Al expediente de la deforestación, que podría impactar una cuarta parte de la superficie de huertas existente, se debe agregar dos aspectos más:  la enorme presión sobre el agua y el uso de métodos artificiales para erradicar de los espacios del monocultivo la flora y fauna silvestre.

Debieron pasar más de 25 años del primer embarque de aguacates michoacanos hacia Estados Unidos para que el asunto se hiciera del conocimiento de las instancias ambientales del Tratado de Libre Comercio, hoy T-Mec. Fue hasta este mes cuando la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte recibió una denuncia para analizar si el gobierno de México ha violado sus propias leyes ambientales al permitir la expansión de las plantaciones de Persea americana sobre los bosques del estado occidental, que considerado aisladamente es primer productor mundial de ese fruto.

El 3 de febrero, la CCA emitió un comunicado del tema: “El peticionario afirma que México está incurriendo en omisiones en la aplicación efectiva de sus leyes ambientales para proteger los ecosistemas forestales y la calidad del agua frente a los efectos adversos en el medio ambiente derivados de la producción de aguacate en Michoacán, México (…) En la petición SEM-23-002 (producción de aguacate en Michoacán) el peticionario asevera que México está omitiendo la protección de recursos forestales e hídricos en Michoacán ante el impacto ambiental y la deforestación causados por la ininterrumpida expansión de las plantaciones de dicho fruto”.

“En específico, el peticionario sostiene que México no ha respetado disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y varias leyes federales centradas en la evaluación del impacto ambiental, la conservación forestal, el desarrollo sustentable, la calidad del agua, el cambio climático y la protección del medio ambiente” (ver http://www.cec.org/es/medios/comunicados-de-prensa/recibe-la-cca-peticion-sobre-produccion-de-aguacate-en-michoacan/).

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