Entre los huéspedes que han llegado a la Unidad de Rescate de Fauna Silvestre, se encuentran leones, tigres, jaguares, águilas reales y cocodrilos. Foto: Cortesía.

Fernanda Carapia/Mural

Guadalajara, México(19 febrero 2023).- Cuando el crecimiento urbano invadió el bosque, los animales silvestres se vieron en «aprietos» y sin nadie que les ayudara. La muerte de un jaguar fue el parteaguas.

En 2017, el Ayuntamiento de Tlajomulco creó lo que sería «El Chapulín Colorado» de los animales y creó la Unidad de Rescate de Fauna Silvestre cuya misión fue, en un principio, rescatar y reubicar.

«Ya ahorita estamos apostando por rescatar, reubicar y educar, tenemos un área de educación ambiental que va a las escuelas para que tengan una noción diferente de la fauna y se enseñen a convivir con ellos, al final, tienen más años que nosotros aquí», dijo Luis Alberto Cayo, titular de la Unidad.

El escuadrón, liderado por Cayo, se ha enfrentado a mitos y miedos que ponen en riesgo a reptiles, roedores, aves e incluso a mamíferos.

Y es que, por ejemplo, la serpiente alicante tiene mala fama, pues según un cuento de antaño, le «roba» la leche a las mujeres cuando está amamantando.

O las lechuzas que, según habitantes de algunas comunidades, se transforman en brujas y las capturan para matarlas o encerrarlas en jaulas súper pequeñas para que no puedan «cambiar de forma».

También los tecolotes pigmeo que, dice la leyenda, si canta fuera de la casa, significa que un familiar va a morir, por lo que son apedreados.

Cayo explicó que se ha trabajado con habitantes de asentamientos cercanos a los bosques, montes y cerros, para que, en caso de ver un animal silvestre, sepan qué hacer.

También, el personal que atiende a los animales recibe una capacitación constante para hacer el manejo adecuado según la especie y el problema, pues no es lo mismo atender a un ejemplar que fue impactado por un vehículo a uno que está asustado o atrapado en una casa.

«Tenemos un grupo de médicos, de biólogos que va a saber qué hacer, si el animal trae una fractura trabajamos con muchas clínicas como el Centro Veterinario Jardines, donde las sacan radiografías, ven qué es lo que podemos hacer y se trata, y cuando es algo más simple y lo podemos hacer nosotros, lo hacemos para poderlo soltar.

«Va a depender mucho de cada especie y el tratamiento, nos ayudan más clínicas, definitivamente, y es parte de lo que nos ha gustado como Unidad, juntar a la sociedad civil para un solo fin, que es la conservación».

Cayo resaltó el apoyo de las clínicas particulares, pues gran parte de su trabajo lo «regalan», ya que no cobran nada, otras veces nosotros apoyamos con algunos gastos como medicamentos.

Aunque el proyecto nació en Tlajomulco, en seis años ya se extendió a todo el Estado y se ha capacitado a Protección Civil y Policías para que atiendan el llamado de apoyo. Si el animal está bien y solo acudió a «visitar» a los humanos, se le captura y reubica en un lugar seguro, pero si tiene alguna lesión se busca trasladarlo a la Unidad.

El funcionario municipal destacó que este trabajo va de la mano con la Federación, pues se debe dar aviso a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no importa si está sano o enfermo.

En caso de que el ejemplar esté herido y requiera de una intervención, la autoridad federal tiene conocimiento y una vez que termina el tratamiento es la que decide si vuelve a ser liberado, si se queda en cautiverio y a que espacio de protección será trasladado.

Ahí, dijo, se verá si el animal será para exhibición, conservación o reproducción, pero siempre buscando el bienestar del ejemplar.

«El objetivo es regresarlos a la vida libre».

A la Unidad han llegado pavorreales, serpientes que no saben de dónde vienen, pues llegan como «polizontes» en la carga de algunas empresas, como una víbora o un búho de Centro América.

También han tenido como huéspedes leones, tigres, jaguares, águilas reales y cocodrilos.
Cayo señaló que buscan crecer el trabajo de la Unidad, pero sobre todo en el ámbito educativo, para que haya un respeto a la fauna y acabar con los mitos que ponen en peligro de extinción a muchos ejemplares.

Hora de publicació