
por José Toral/ntrguadalajara.com
5 de Enero de 2023, 06:00 –
OTRO FIN. En los predios invadidos por la constructora de la familia García Arce fueron construidas casas club, amenidades y oficinas de la constructora. (Foto: José Toral)
El fraccionamiento La Cima, en Zapopan, construyó infraestructura sobre tres predios con uso de suelo para espacios verdes, conservación ecológica e incluso dentro del área natural protegida del bosque El Nixticuil.
Habitantes y defensores del territorio en la zona denunciaron que se trata de dos terrenos ubicados sobre la avenida Federalistas y otro en avenida de La Mancha. De acuerdo con el Plan Parcial de Desarrollo Urbano, los tres tenían protección ambiental, por lo que las edificaciones del desarrollo inmobiliario son irregulares.
Además, existe un cuarto predio –actualmente está cercado– en el que los desarrolladores de La Cima buscan construir un centro comercial pese a ser un área de conservación ecológica, pero habitantes de la zona han conseguido frenar la obra con recursos legales.
“En tres de estas cuatro invasiones al bosque se han realizado construcciones ilegales, por tratarse, de acuerdo a los planes parciales de Zapopan, de áreas de conservación y áreas silvestres”, advirtió el integrante del Comité en Defensa del bosque El Nixticuil, Adrián Hernández.
En los predios que según la normativa del gobierno municipal debieron realizarse acciones de conservación fueron construidas casas club, amenidades y oficinas de la constructora.
La invasión más grande está incluso dentro del Área de Protección Hidrológica municipal Bosque El Nixticuil-San Esteban-El Diente, en el espacio conocido como Zona Forestal Zapopan. Ahí la constructora dividió el polígono con una barda y creó espacios deportivos y de recreación exclusivos para los colonos, lo que viola el programa de aprovechamiento y el decreto de protección.
“Suman en total (las invasiones) más de 15 mil metros cuadrados, es decir, 1.5 hectáreas de tierras robadas por la familia García Arce y sus socios de Movimiento Ciudadano, que han invadido cauces de arroyos, entre otras acciones ilegales”, añadió el defensor del territorio y vecino de la zona.
La familia García Arce, propietaria de la refresquera AGA, es la desarrolladora del fraccionamiento, el cual fue avalado desde la administración priista de Arturo Zamora Jiménez, entre 2003 y 2006; sin embargo, según el Comité en Defensa del bosque El Nixticuil, las invasiones y construcciones se concretaron a partir de la llegada de Movimiento Ciudadano (MC) a la presidencia municipal, es decir, luego de 2015.
Según el proyecto de lotificación consultado por este medio, los espacios naturales invadidos estaban considerados como áreas de cesión, por lo que debieron pasar a la propiedad y cuidado del Ayuntamiento de Zapopan.
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