
- Familias de escasos recursos viven en las orillas de ríos o arroyos contaminados, y usan esa agua para lavar o bañarse; como en el caso de En San Pedro Itzican en la Ribera de Chapala. Foto: Archivo.
Fernanda Carapia/Mural
Guadalajara, México(20 noviembre 2022).-
Desde diarreas hasta la muerte son la consecuencia de consumir y estar expuesto al agua contaminada.
El uso de fertilizantes, arrojar líquido contaminado a ríos y arroyos, así como el tratamiento inadecuado o nulo de aguas residuales, están generando daño en la población, principalmente fallas renales.
La Universidad de Guadalajara (UdeG) y otras instituciones académicas han realizado diversas investigaciones en las que han detectado la presencia en sangre y orina de sustancias nocivas y mortales, en pobladores de comunidades cercanas a ríos, lagos, arroyos y cultivos.
«Ya se tiene evidencia del impacto que tiene la contaminación del agua, hablamos de diarreas crónicas que llevan a deshidratación, desnutrición y muerte», comentó Ana Karina García Suárez, investigadora de la UdeG.
Atribuir muertes a la exposición y consumo de agua contaminada es complicado, dijo la investigadora, ya que en el acta de defunción se especifica la causa (falla orgánica, cáncer, insuficiencia renal), pero no el detonante de esa enfermedad o qué fue lo que la provocó.
«No se tiene la vigilancia adecuada de este tipo de enfermedades, prácticamente son escasas las estadísticas que circulan porque no están siendo identificadas como enfermedad ambiental y no hay un dato estadístico definitivo, porque no se pone como causa ‘muerte ambiental'», recalcó.
Sin embargo, en los registros de la Secretaría de Salud Federal se ve un incremento en la detección de padecimientos como la falla renal.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en lo que va del año, en Jalisco se han diagnosticado 143 mil 101 casos de males en las vías urinarias, un 16.4 por ciento más que las detectadas en el mismo periodo del año pasado.
La Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) tiene un programa de atención y seguimiento a pacientes renales de Poncitlán, Municipio de la ribera de Chapala, donde la población de niños con falla en riñones es 10 veces mayor que en el resto del Estado.
Aunque todavía están en estudio las causas, todo apunta a que la falla renal se debe al contacto con pesticidas y la contaminación atmosférica, sumado a la condición de pobreza y desnutrición.
García Suárez mencionó que el agua está contaminada por productos químicos de los plaguicidas como el arsénico, plomo y otros.
«El arsénico es un carcinógeno que puede llevar a un cáncer de piel; el plomo, que puede estar en agua o en aire, puede afectar al desarrollo neurológico», dijo.
Estos contaminantes no se pueden eliminar fácilmente de organismo, como si fuera un virus o bacteria, en donde se puede dar un tratamiento.
La investigadora urgió a generar un plan de acción integral para reducir la contaminación y mejorar la calidad del agua.
