• En zonas con mayor presencia de torres, así como de urbanización, es donde se presentan las islas de calor. Foto: Archivo

Fernanda Carapia / Mural

Guadalajara, México(19 abril 2022).- La construcción vertical «cuece» a la Ciudad, ya que, literal, llega a convertirse en una estufa solar.

Los edificios, muchos de ellos cubiertos con vidrio -debido a decenas de ventanas- reflejan con gran intensidad los rayos del Sol, provocando un incremento de temperatura en sus alrededores.

«La construcción de casas y edificios eso crea las famosas islas de calor, donde se concentra más el calor, por el asfalto, porque tenemos menos sombra, menos árboles», comentó Martha Diana Alcocer, especialista de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Y como ejemplo, la Zona Real de Zapopan, donde el asfalto le ha ganado terreno al arbolado. En este punto ha existido una deforestación para dar paso a la construcción vertical.

Ahí, en medio de los edificios, el termómetro llega a superar los 40 grados. Impera el concreto y el vidrio, y aunque hay árboles, éstos son escasos y pequeños.

Basta moverse unos kilómetros, hacia Los Colomos, para detectar un descenso significativo en la temperatura, alcanzando 35 o 36 grados.

Esta diferencia se debe a la presencia de masa forestal en la zona, ya que las hojas de los árboles tienen humedad y ayudan a refrescar el ambiente.

El Programa de Ordenamiento de Arbolado y Áreas Verdes Urbanas de 2018 identifica que 24 por ciento del Área Metropolitana de Guadalajara presenta una acumulación de temperatura alta en superficie debido a que no hay áreas verdes suficientes.

Según un censo realizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) en noviembre de 2018, en el Área Metropolitana de Guadalajara había un millón 158 mil árboles.

En los últimos años ha habido el derribo de árboles para dar paso a obras como el Macro Periférico; para su construcción se retiraron 4 mil 851 ejemplares.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que haya un sujeto forestal para cada tres personas. Si se toma en cuenta el último censo de arbolado, en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) hay .22 árboles por cada habitante.

En contraste, en la Metrópoli circulan más de 2 millones 500 mil automotores, es decir, .49 vehículos por cada persona.

Esto quiere decir que en el AMG hay más carros que árboles.

Aunque las autoridades presumen que se ha dado una compensación por los árboles retirados, los ejemplares plantados no tienen follaje y miden menos de 2 metros, además de que la sobrevida es baja.

Prueba de ello son los árboles que se plantaron en el Anillo Vial, donde muchos ya están secos.

La falta de arbolado provoca que en el 78 por ciento del AMG se tenga un incremento en la temperatura y se prevé que para el 2030 sea de .5 grados.

Hora de publicación: 05:00 hrs.