
- Los malos olores de la basura cubren fraccionamientos cercanos a los vertederos. Foto: Archivo
Violeta Meléndez/Mural
Guadalajara, México(24 febrero 2022).- La operación fuera de norma de los basureros de Matatlán, en Tonalá, y La Cajilota, en Tlajomulco, ha traído a vecinos mayor degradación ambiental a la zona donde se ubican.
A más de un kilómetro de distancia de Matatlán ya se anuncia el vertedero en el olfato. Un fuerte olor a materia orgánica en descomposición, propio de la basura urbana, se expande por la atmósfera.
Unos metros más adelante también se impone a la vista con una montaña de residuos revueltos, a cielo abierto, mientras máquinas pesadas remueven la basura de un bulto a otro y decenas de pepenadores pululan por las laderas en busca de materiales aprovechables.
Aunque el olfato llega a fatigarse y deja de percibir el hedor, los gases que lo generan siguen ahí, resultado de las bacterias que trabajan en la descomposición de la basura orgánica. El problema es cuando los vecinos más cercanos, de Urbi Quinta, llegan a su casa a comer o dormir.
«Como que te acostumbras al olor en ratos, pero regresa. No se diga cuando llegas del trabajo a comer, es tan desagradable, a veces dan náuseas o se te quita el hambre, así de plano», contó Romina Rodríguez, vecina afectada.
«A veces uno se despierta en la noche y es porque están quemando basura, los mismos pepenadores a veces sacan cable y ahí lo queman, deberían de ver en la mañana cómo amanecemos metidos en una nube negra que huele horrible».
Además, el constante tráfico de camiones recolectores -alrededor de 20 por hora- agrega emisiones contaminantes a la zona.
En tanto, en La Cajilota no es muy distinto. También el olor a basura y la ladera de toneladas de basura urbana anuncian su presencia. Pero en este caso sus vecinos son campos de cultivo de maíz y granjas.
Sin embargo, la informalidad en que opera este predio municipal de Tlajomulco no sólo se refleja en su nulo equipamiento, pues ni siquiera cuenta con una caseta para el inspector municipal en turno que debe resguardarse del Sol en los arbustos, sino en falta de condiciones para mantenerlo confinado.
Trabajadores del sitio refieren que La Cajilota suele ser utilizada para descargar todo tipo de desechos por parte de cualquier ciudadano, pues ingresan en la noche y por los costados a tirar desde llantas hasta escombro, muebles e incluso a quemar residuos.
En Matatlán, la empresa recolectora Caabsa accedió a retirar la basura del sitio a finales de abril, y en La Cajilota, el Ayuntamiento le dio hasta el último día de febrero para despejar el vertedero, aunque en ninguno de los dos casos, al ser visitados, se registraron egresos de desechos.
