Por José Toral / lider919.com 09/02/2022

Con la finalidad de reducir la contaminación del aire que generan las quemas en la producción del ladrillo y mejorar las condiciones de salud y económicas del sector, la cooperativa La Esperanza, que agrupa a cerca de cien productores de municipios como Tlaquepaque, preparan desde hace seis años la primera planta sustentable a base de energía solar, pero requieren apoyo del gobierno del Estado o municipales con un terreno, explica el asesor técnico de la cooperativa, Andrés Aranda.

«ESTAMOS APOSTÁNDOLE A UN NUEVO MODELO DE PRODUCCIÓN DE LADRILLO, A BASE DE ENERGÍA RENOVABLE, DEJAMOS DE EMITIR EMISIONES A LA ATMÓSFERA Y ADEMÁS HACEMOS UN TRABAJO COMUNITARIO, LO QUE VA A REPERCUTIR EN LAS CONDICIONES LABORALES; TENEMOS UN FINANCIAMIENTO SEMILLA QUE SE CONSIGUIÓ A TRAVÉS DE OTRA COOPERATIVA DE ALEMANIA; DADAS LAS CONDICIONES DE POBREZA Y DE VULNERABILIDAD QUE TIENEN LOS PRODUCTORES, NO TIENEN UN PREDIO PROPIO, LO QUE REQUIERE PRINCIPALMENTE LA COOPERATIVA PARA ARRANCAR ES UN LUGAR RENTADO, PRESTADO O REGALADO, COMO SEA, PARA INICIAR CON LA OPERACIÓN».

El objetivo es comenzar con la producción de 30 mil ladrillos al mes a través de una prensa que funciona con energía renovable que se desarrolló con apoyo del gobierno de Alemania, y posteriormente replicar el modelo de la cooperativa entre otras comunidades y municipios donde se produce ladrillo.

El partido Futuro acompañó a la cooperativa La Esperanza a presentar el proyecto la mañana de este miércoles miércoles el Congreso del Estado, donde se pidió al Gobierno de Jalisco trabajar en conjunto con productores, así como la revisión de las normas para buscar que el sector ladrillero se adapte a cambios tecnológicos, se vincule con el sector de la construcción para un consumo sostenible, y presionar para una solución que no se postergue, ante la cancelación de pasados proyectos públicos en torno al sector ladrillero que fueron abandonados.

Según el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del INEGI, en Jalisco hay más de dos mil productores de ladrillos cuya técnica tradicional incluye la quema del material, lo que genera contaminación del aire y afectaciones a la salud de los propios productores.

José Toral