
- En Picachos existen fugas de lixiviados dentro y fuera del sitio, que representan un problema de salud, ya que contienen metales pesados. Foto: Archivo
Violeta Meléndez/Mural
Guadalajara, México(13 octubre 2021).- Pese a que las autoridades han ofrecido Picachos a Guadalajara para depositar su basura, al calificarlo como un basurero ejemplar, en la práctica existen fugas de lixiviados dentro y fuera del sitio que representan un problema de salud, ya que contienen metales pesados.
De acuerdo con análisis de laboratorio que realizó el Municipio de Zapopan a los cárcamos 5 y 6 de Picachos el 2 de marzo de 2020, los lixiviados registran niveles de cianuro, cobre, mercurio y níquel, así como nitrógeno, coliformes fecales y demanda química y bioquímica de oxígeno por encima de los máximos permitidos.
Además, existe otro estudio del 2 de septiembre del 2020 a una muestra de agua del arroyo Picachos, aguas abajo del basurero, que también registra coliformes fecales, cromo, fósforo, grasas, nitrógeno y demanda química y bioquímica de oxígeno en concentraciones que exceden las normas federales.
Actualmente, el basurero zapopano acumula 10 mil 805 metros cúbicos de líquidos resultantes de la basura doméstica, una tercera parte de los que almacena Laureles debido a que tampoco los trata.
Este volumen en el relleno sanitario de Zapopan, reportado vía transparencia por el municipio, equivale a llenar cuatro piscinas olímpicas con lixiviados.
Tal cantidad se ha acumulado debido a que la planta de tratamiento de lixiviados de Picachos nunca operó, y en cambio, el municipio opta por recircularlos dentro del vertedero, pese a que esta práctica genera fugas que terminan en arroyos pluviales aledaños.
Pese a las evidencias, el ex Alcalde Pablo Lemus y el actual, Juan José Frangie, han asegurado que Picachos opera dentro de norma y no tiene problemas con los lixiviados como para recibir mil 500 toneladas diarias de basura de Guadalajara.
Sin embargo, habitantes de comunidades ubicadas aguas abajo de Picachos, en la barranca del Río Santiago, entregaron este miércoles al Ayuntamiento un pliego petitorio para exigir que no se reciban residuos adicionales.
Los inconformes aseguran que en este temporal -que ha sido copioso- se ha incrementado el volumen de lixiviados que bajan desde Picachos y Hassars, un basurero privado contiguo al municipal, hacia los arroyos, que contaminan sus cultivos y fuente de agua.
«Hay celdas dentro del mismo basurero que nunca tuvieron geomembrana, la celda cuatro, metieron basura con el suelo pelón y se están infiltrando los lixiviados al suelo, a veces hasta cinco metros o más hemos visto cómo salen los jugos cafés de las piedras», señaló José Casillas.
«Los dos basureros son un ejemplo de lo que no se debe hacer con la basura de la ciudad, nos están contaminando a las comunidades», agregó.
Estos son los riesgos para la salud de los metales pesados:
CIANURO: Tiene efectos neurotóxicos graves. También produce alteraciones tiroideas, dolor de cabeza, vértigo, vómito, náuseas y dermatitis.
COBRE: En altas concentraciones puede producir irritación de nariz, boca y ojos, vómitos, diarrea, calambres estomacales, náusea y la muerte.
MERCURIO: Incluso en bajas cantidades es tóxico para el sistema nervioso y el inmunitario, el aparato digestivo, piel, pulmones, riñones y ojos.
NÍQUEL: Elevadas probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón, nariz, laringe y próstata, más fallos respiratorios, entre otros.Hora de publicación: 05:00 hrs.
