
- La pérdida de la capacidad de infiltración del suelo derivado de incendios provoca que el agua de lluvia incremente su velocidad al ir aguas abajo. Foto: Archivo
Violeta Meléndez/Mural
Guadalajara, México(23 septiembre 2021).- La degradación silenciosa en la parte alta de La Primavera cobra factura a las partes bajas.
Desastres hidrometeorológicos ocurridos en el poniente del Área Metropolitana de Guadalajara, que incluso han acabado con vidas humanas en los últimos 9 años, coinciden con incendios severos en el Bosque La Primavera, origen de diversas microcuencas.
En 2012, 2019 y 2021 hubo registros de incendios que afectaron 8 mil, 2 mil 500 y 9 mil hectáreas del bosque, respectivamente, durante el estiaje.
Esos mismos años, durante la temporada de lluvias, hubo que pagar un saldo: en la influencia de las zonas quemadas hubo desbordes del Arroyo Seco y crecidas de cauces provenientes del bosque, que dejaron en total 7 muertes.
De acuerdo con Pedro Alcocer, académico del ITESO y fundador de Anillo Primavera, tan sólo este año, el incendio en Las Canoas afectó la vegetación y condiciones del suelo en dos microcuencas, la del Río Caliente y Arroyo Seco.
La pérdida de la capacidad de infiltración del suelo por el siniestro habría ocasionado que la velocidad del agua de lluvia se incrementara en la superficie del bosque y escurriera aguas abajo, que finalmente derivó en cuatro desbordamientos que afectaron 611 casas en Zapopan.
Además, se registró un hecho inédito en el Río Caliente. El 4 de agosto pasado, dentro de la zona de recreación del bosque, un menor de edad fue arrastrado por una crecida del cauce sin que lloviera en esa zona y murió, lo que Alcocer relaciona con la condición del suelo quemado aguas arriba.
«Hay zonas donde el suelo está prácticamente sellado por la alta temperatura y (…) el agua corre sin freno. Combinado con la pendiente y la geomorfología del bosque aumenta mucho la velocidad del agua», explicó. «No hubo medidas de protección hacia los visitantes, hay toda una estrategia de minimizar los incendios, pero la gente corre riesgos».
En tanto, en 2019 hubo un incendio de 2 mil 500 hectáreas en la zona de Planillas, mientras que cuatro meses después cinco personas que realizaban actividades recreativas en jeeps murieron en Santa Anita por la intempestiva venida del agua de lluvias.
La séptima muerte fue la de Brígida Martínez, una mujer de 36 años que fue arrastrada por el desbordamiento del Arroyo Seco el 6 de agosto de 2012, cinco meses después de uno de los peores incendios en los años recientes en La Primavera, que comenzó con una quema de basura en Arenales Tapatíos y mantuvo a la ciudad en contingencia por 10 días.
«Debemos cambiar la perspectiva sobre cómo manejamos el Bosque, realmente tener acciones preventivas a largo plazo, la naturaleza nos demuestra que no podemos jugar con ella», recomendó.
La Primavera cobraSiniestros severos en el Bosque terminan cobrando vidas.
2012. Las Canoas. Desborde del arroyo Seco, una mujer muerta
2019. Planillas. Arrastre de paseantes en jeeps en Santa Anita, 5 muertos
2021. Canoas. Cuatro desbordes del Arroyo Seco y una crecida en Río Caliente, 1 niño muerto
