
- El biólogo e integrante de la ONG Alianza Jaguar, Rodrigo Núñez Pérez, tiene documentados al menos 30 atropellamientos de ocelotes y otros tantos de jaguarundis. Foto: Archivo
Violeta Meléndez/mural
Guadalajara, México(19 septiembre 2021).- A pesar de la antigüedad de la Carretera Federal 200, que conduce de Tepic a Puerto Vallarta mediante la selva mediana de Nayarit, sigue causando un efecto de barrera en la fauna silvestre que le impide desplazarse y ocasiona su muerte.
El biólogo e integrante de la ONG Alianza Jaguar, Rodrigo Núñez Pérez, tiene documentados al menos 30 atropellamientos de ocelotes y otros tantos de jaguarundis en distintos puntos de esta carretera libre.
Se trata de felinos de talla pequeña protegidos en la Norma Oficial Mexicana 059-Semarnat, de hábitos nocturnos, que a pesar de haber nacido ya con dicha carretera en su ecosistema y haber librado más de una vez el paso de los autos, terminaron arrollados.
«Por lo menos considerando Jalisco y Nayarit llevo registrados más de 30 atropellamientos de jaguarundis y otros 30 de ocelotes. Hace un mes fue el último ocelote, le habíamos puesto un collar GPS y seguido cruzaba la carretera, lo atropellaron a la altura de Guayabitos», contó el biólogo.
El especialista explicó que al tratarse de felinos de talla pequeña y tener rangos de movilidad más limitados territorialmente, sus hábitos de alimentación en ocasiones se restringen a zonas cercanas a la carretera al haber disponibilidad de roedores, lo que los pone en riesgo.
Otra obra que ha generado impactos sobre el jaguar es la autopista estatal Tepic-San Blas, que de su construcción a la fecha ha arrojado un par de atropellamientos de este felino.
Entre los mayores impactos que generan las obras carreteras a la fauna silvestre son la fragmentación de su hábitat, muerte por colisión, desorientación por contaminación lumínica y auditiva, erosión de suelo, caza, extracción de ejemplares, entre otros.
Ha sido el caso de las carreteras antes mencionadas y es el que se prevé para la Vía Corta Guadalajara-Vallarta, de acuerdo con su manifestación de impacto ambiental regional que autorizó Semarnat para el proyecto.
Si bien enlistó medidas de mitigación, se trata de una zona que atraviesa el Corredor Occidental del Jaguar, y aunque en este caso sí se contemplan pasos de fauna, los primeros años el especialista prevé que pueda haber pérdida de ejemplares por atropellamientos en tanto aprenden a sortear este riesgo.
