
Por José Toral / lider919.com – 05/08/2021 Share
Aunque el Gobierno de Jalisco se comprometió a que en septiembre estaría cerrado el basurero Los Laureles, la empresa concesionaria de la basura CAABSA EAGLE, responsable de administrar el tiradero, reportó avances en apenas en una tercera parte de las actividades de cierre. Según el reporte bimestral de avances mayo-junio 2021 que CAABSA entregó a la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, en torno al Plan de Cierre, Rehabilitación y Abandono del Relleno Sanitario «Los Laureles», al cual Líder Informativo tuvo acceso, de 27 actividades que estaban planeadas para el bimestre, apenas hubo avances en 9, por lo que reporta un cumplimiento del 33 por ciento. Hay retrasos importantes en temas como el tratamiento de lixiviados, con apenas un 16 por ciento de avance, a pesar de que desde 2019 el propio gobernador Enrique Alfaro prometió que comenzaría el cierre y abandono del basurero ubicado en los límites de Tonalá y El Salto.
Los lixiviados son los líquidos que se derraman de los desechos y que tienen contaminantes que deben recibir tratamiento, pues al infiltrarse al subsuelo o correr hacia el río Santiago, que está a menos de un kilómetro de distancia del vertedero, generan afectaciones al medio ambiente. También está pendiente la cobertura total de la basura con material que impida la infiltración de lluvias y que genere más lixiviados, pues reporta que todavía hay 2.8 hectáreas del basurero sin cubrir. Tampoco se reportan avances en el control del biogás que emana del basurero y apenas se ha alcanzado cerca del 40 por ciento de avance en la reforestación del predio prometida, a sólo un par de meses de que se cumpla el plazo para el cierre y abandono del basurero. El titular de SEMADET, Sergio Graf Montero, aseguró a Líder Informativo el 5 de julio que el proceso de cierre avanzaba satisfactoriamente, lo que parece contrario a lo informado en el último reporte de avances. El basurero Los Laureles comenzó a operar de forma irregular alrededor de 1994, pero oficialmente desde el año 2000 es operado por CAABSA con la autorización del Gobierno de Jalisco y Ayuntamientos como Guadalajara, Tonalá, Tlajomulco, Juanacatlán y El Salto, que le han concesionado la recolección y disposición final de los desechos, con pagos que superan los cientos de millones de pesos al año, a pesar de que el mal manejo de la basura ha generado fuertes incendios y la contaminación del agua, entre otras irregularidades. Después de cerrar el basurero, se requieren al menos 20 años de monitoreo y mantenimiento para evitar que el punto continúe generando contaminación, tiempo en el cual se requieren más de 20 millones de pesos que la empresa CAABSA se niega a pagar. La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco emitió la recomendación 18/2020 donde advierte la contaminación del agua, aire y tierra que genera la mala gestión del basurero, y además de exigir el cierre del punto con una restauración ecológica, pidió a la Secretaría de Salud Jalisco realizar un «diagnóstico toxicológico de los riesgos y daños a la salud de la población aledaña al vertedero». Sin embargo, la Secretaría de Salud se negó a realizar el estudio, pues asegura que no cuenta con recursos tecnológicos, humanos ni financieros para atender la situación.


José Toral
