• Tras desbordarse el arroyo, las calles en Arenales Tapatíos quedaron inundadas y llenas de lodo. Foto: Ismael Ramírez

Violeta Meléndez/mural

Guadalajara, México (27 julio 2021).- Mientras vecinos de las 19 colonias afectadas por el desbordamiento del Arroyo El Seco lamentaron no haber sido prevenidos del desastre que vivieron el fin de semana, las autoridades de Jalisco ya tenían conocimiento de este riesgo desde el 12 de abril, pero no lo hicieron extensivo a las zonas amenazadas.

Se trata del diagnóstico denominado «Evaluación preliminar del incendio forestal Las Canoas-Najehuete-Pedernal», realizado por investigadores de la Universidad de Guadalajara a petición de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), tras el siniestro registrado el 1 de abril.

«Evaluar el riesgo de erosión y arrastre de sedimentos en la desembocadura de cauces en la interfaz urbano-forestal, con ayuda de personal de Protección Civil y especialistas», recomienda el diagnóstico de severidad del incendio.

«Esta evaluación debe hacerse en lo inmediato para realizar acciones que permitan prevenir riesgos de desastre durante la temporada lluviosa en el área urbana adyacente al área incendiada», advirtió el estudio, que MURAL publicó el 2 de mayo.

Ante esta advertencia, la Semadet ejecutó 827 acciones orientadas a retener suelo, sin embargo, no fueron suficientes para evitar el arrastre de éste al haber quedado desprovisto de vegetación tras el incendio, que arrojó severidad moderada-baja y moderada-alta en la zona que coincide con el origen del arroyo, según el estudio.

Aunado a esta condición de riesgo en la parte alta de la microcuenca, el Arroyo El Seco ha sido presionado y reducido en su capacidad de conducción por la urbanización descontrolada.

Además, es usado como depósito de residuos que van desde muebles, escombro, basura urbana, animales, entre otros, que dificulta el paso del agua cuenca abajo y contribuye a su desbordamiento.