Por Elizabeth Rivera Avelar / lider919.com -18/05/2021 

Las abejas están muriendo por el uso excesivo de pesticidas en el sector agroalimentario y otros factores, por lo que se requieren políticas públicas para frenar este ecocidio, indicaron académicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG). El integrante del Centro de Investigación en Abejas (CIABE), del Centro Universitario del Sur (CUSur), José Octavio Macías Macías manifestó que ante esta situación, la existencia de una gran variedad de plantas, tanto en las montañas como en valles, estarían en riesgo de desaparecer.

«Las abejas son responsables de la polinización de muchas especies de plantas que son de uso para ser humano, y que están de manera silvestre en las montañas y valles. Si las abejas no tienen esa actividad polinizadora, la producción de alimentos bajaría, la humanidad, las personas tendrían problemas para obtener alimentos, y esa parte es muy importante; pero la otra parte que no se tiene conocimiento de ello, es el mantenimiento del equilibrio de las poblaciones silvestres, en las montañas y en los valles. Si las abejas no polinizan esas poblaciones de especies silvestres, tenderían a desaparecer», advirtió.

El investigador de la UdeG añadió que sin la actividad polinizadora de las abejas, la humanidad tendría problemas para obtener 30 de los alimentos de origen agrícola.

El próximo 20 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Abejas. Ernesto Guzmán Novoa, del Honey Bee Research Centre University of Guelph, de Ontario, Canadá, y colaborador del CIABE, dijo que se estima que aproximadamente 30 por ciento de alimentos que la gente consume en sociedades occidentales se debe a la polinización de cultivos y plantas silvestres, de las abejas nativas y no nativas.

Destacó que hay aproximadamente 20 mil especies de abejas en el planeta; muchas, nativas de México, y hay introducidas de Europa, como la abeja productora de miel.

“Esa abeja fue introducida por los españoles en México y fue adaptada a las condiciones del país; pero el valor más importante que tienen todas las especies, es su servicio de polinización de cultivos y plantas silvestres”, dijo Guzmán Novoa.

Por su parte, la investigadora del CIABE, Francisca Contreras Escareño resaltó que México cuenta con un inventario de 2 mil especies de abejas. Según un estudio realizado en el Nevado de Colima, allí fueron detectadas 66 especies, dentro de 34 géneros; entre éstos destacaron especies sociales, dijo. Añadió que hay abejas solitarias y abejas sociales; 95 por ciento son del segundo tipo.

El director del CIABE, José María Tapia González, resaltó que las problemáticas que enfrentan las abejas son múltiples, como la afectación por pesticidas, pérdida de hábitat; ser atacadas por un ácaro, que además de alimentarse de su tejido graso, les transmiten múltiples enfermedades virales, a las cuales se atribuye, en parte, la desaparición de las colmenas.

José Carlos Tapia Rivera, investigador del Centro, señaló que las abejas también sufren por deficiencias nutrimentales. Explicó que los cambios de uso de suelo afectan a las poblaciones, ya que se está modificando el hábitat de los ecosistemas y cada vez hay más cultivos monoflorales, como berries y aguacate, puesto que las abejas necesitan diez aminoácidos esenciales que deben de tener en la dieta, y esto no lo pueden obtener con plantaciones monoflorales.

Asimismo, Guzmán Novoa destacó que en los últimos diez o 12 años, sobre todo en los países del hemisferio Norte, se han perdido alrededor de 30 por ciento de las colonias de abejas melíferas, en promedio cada año.

“Es normal perder alrededor de diez o 15 por ciento cada año, pero no 30 por ciento, y el problema es que ha ocurrido año tras año, en los últimos doce”, informó.

Agregó que las abejas están muriendo, en gran medida, debido al uso indiscriminado de plaguicidas sin control, por lo que hace falta control, conciencia y diálogo entre apicultores, agricultores y autoridades, para implementar políticas que reduzcan la muerte de abejas, sin afectar la productividad de otros cultivos.

Las soluciones implican que el gobierno asuma su responsabilidad, lidere las conversaciones con estos grupos, y establezca políticas que preserven la vida de las abejas, además de que permitan el cultivo racional y responsable de productos que requieren el uso de plaguicidas.

En el CIABE se trabaja en la búsqueda de soluciones de la mano de productores agrícolas de la región, por lo que se formó un Comité de protección de agentes polinizadores, para hacer un inventario de todos los insectos que están llegando a los diferentes cultivos y saber qué ha pasado con los polinizadores.

Además, se recomendó a las empresas que destinen un área para plantas, con flores disponibles para polinizadores.

Elizabeth Rivera Avelar