Publicado en Pagina 24 Jalisco 

Pese a sellos de clausura del ayuntamiento…

Nada frena la construcción que se erige a base de corruptelas, tronaron vecinos de la colonia Country Club

Por Rafael Hernández Guízar

Tras el “estallamiento de una huelga” por parte de los trabajadores que prestaban sus servicios en la construcción del edificio que viola los planes parciales vigentes del ayuntamiento tapatío, la constructora reanudó labores, pese a que la obra había sido “clausurada”, acto que simuló el ayuntamiento/Foto: Especial

Con el uso de una huelga laboral, volvieron a trabajar en la “obra clausurada” de Mar Tirreno 62 de la colonia Coun­try Club, en Guadalajara.

Fue tras el “estallamiento de una huelga” por parte de los trabajadores que prestaban sus servicios en la construc­ción del edificio que viola los planes parciales vigentes del ayuntamiento tapatío, como la constructora reanudó labores, pese a que había sido “clausu­rada la obra”, acto que se llevó de forma parcial –incluso acu­sada esta medida como simu­lada por los mismos vecinos–, pues los sellos de clausura fueron colocados detrás de le­treros que fueron tapados por el mismo personal de la obra.

Los precios de los depar­tamentos, según una copia de dos contratos de promesa de compra-venta que llegaron a la redacción de Página 24, van desde los millones 35 mil pesos para el caso de un departamento en planta baja con 100 metros cuadrados de construcción, a los 14 millo­nes de pesos, en el caso de un penthouse con una superficie aproximada a los 292 metros cuadrados y cuatro cajones de estacionamiento.

Es importante señalar que en lo que se refiere a esta obra, los vecinos han acudido a di­versas autoridades para tratar de frenar la construcción de la torre de departamentos por inconformidades que van des­de la molestia por el ruido y el exceso de personas, hasta daños estructurales que han sido causados en sus fincas, así como la violación a los pla­nes parciales de desarrollo del ayuntamiento de Guadalajara.

Existen pues dos medidas cautelares otorgadas para el cese de la obra: la 1069/2020 solicitada por la Procuraduría de Desarrollo urbano del Es­tado de Jalisco (Prodeur), y la 237/2020, otorgada a un veci­no colindante a la obra misma de nombre Roberto Ayala; am­bas medidas cautelares fueron ejecutadas el pasado 9 de sep­tiembre de 2020, procediendo las autoridades a colocar sellos de obra suspendida, los cuales fueron tapados por el mismo personal de inspección y vigi­lancia con lonas.

Cabe señalar que existe un apercibimiento del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Jalisco en donde se consideró que la autoridad res­ponsable, es decir la Dirección de Inspección y Vigilancia ha actuado con dilación, esto, tras indicar que en el juicio de nulidad 237/2020 se han dado motivos suficientes para que se ejecute la cancelación de la obra, lo cual ha sido incumpli­do por parte del ayuntamiento, lo que de no acatarse, podría ser motivo de un procedimien­to de desacato, lo cual repre­senta un delito.

“Se declara fundado el pre­sente incidente por exceso en el cumplimiento de la suspen­sión con la finalidad de reque­rir a las autoridades responsa­bles en términos del artículo 209 de la ley de amparo ara que en el término de 24 horas dejen insubsistente el oficio DIV/NS/799/2020, de fecha 225 de junio del 2020 emitido por el director de la dirección de Inspección y Vigilancia del ayuntamiento constitucional de Guadalajara, Jalisco, y re­suelvan lo conducente anali­zando de manera detallada los efectos de la diversa medida cautelar otorgada en el juicio de nulidad 237/2020, prescin­diendo de las razones que ex­pusieron a fin de no acatarla, (…) bajo apercibimiento de que de no hacerlo serán denun­ciadas al ministerio público de la federación”.

Pero además, el apercibi­miento deja en claro también que habría un arresto adminis­trativo contra el alcalde Ismael del Toro en caso de no acatarse la medida cautelar.