Guadalajara, México (17 junio 2020).- Ni la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) ni el Ayuntamiento de Guadalajara atienden la contaminación que desde hace más de 10 años invade al predio donde se ubicaba el Cine Metropólitan.

Vecinos denuncian que el terreno de 2 mil 603 metros cuadrados ubicado en Prisciliano Sánchez y la Calzada Independencia es un foco de infecciones, pues hay agua estancada y flora acuática que favorece el desarrollo de insectos y roedores.

«Sí es un foco de infección tanto de ratas, moscos y echan mucha basura, está muy sucio», señaló una comerciante que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias.

«No huele mal, pero sí ha afectado mucho en cuestión de zancudos. Ya ha habido gente contagiada de dengue y lo reportan a cada rato, el otro día vinieron los de la campaña del dengue, toda la gente les comentó, pero no hicieron nada».

Al respecto, la SSJ respondió que ese reporte era competencia del Ayuntamiento porque no tenía facultad de entrar a predios particulares.

«En ese tipo de sitios no se reproduce el mosquito aedes aegypti, que es el que transmite el dengue», complementó la dependencia, pero no comprobó haber acudido al sitio.

A su vez, el Municipio contestó que tampoco puede ingresar y que el año pasado fumigaron el exterior.

Sin embargo, la Ley de Salud del Estado establece en su Artículo 320 que la Secretaría de Salud y las autoridades municipales ejecutarán las medidas necesarias para la destrucción o control de insectos u otra fauna transmisora y nociva, cuando representen un peligro grave para la salud de las personas.

Y la Ley de Ingresos de Guadalajara 2020 prevé sanciones por tener desaseados lotes baldíos de 88 a 173 pesos por metro cuadrado. En este caso aplicaría una multa de 229 mil 64 a 450 mil 319 pesos.

Si la omisión persiste después de la sanción, el propietario deberá cubrir los derechos de limpia y saneamiento efectuados por el Municipio a mil 553 pesos el metro cúbico, explica el mismo documento.

Según registros periodísticos, el predio tiene un agujero de más de tres metros de profundidad que se llenó de agua y maleza desde el 2007 cuando fue demolido el cine.