
1Las etapas 14 y 15 del primer fraccionamiento parecen obra de una mente fijada en un escenario post-apocalíptico. Maleza crecida, edificios en obra gris y negra, y casi nadie en los alrededores. Foto: Daniel Gaspar Santana
Daniel Gaspar/Mural
Guadalajara, México (11 marzo 2019).- El vacío de algunas calles de Lomas del Mirador y Villa Fontana Aqua se llena con miedo puro.
Las etapas 14 y 15 del primer fraccionamiento parecen obra de una mente fijada en un escenario post-apocalíptico. Maleza crecida, edificios en obra gris y negra, y casi nadie en los alrededores.
Dentro de ese «casi nadie» se encuentra Guillermina Sánchez, quien vive en la etapa 14 del Fraccionamiento Lomas del Mirador. Es morena, robusta, y el color café empieza a asomarse en su cabellera que se tiñó de rubio.
Hace siete años se ilusionó porque su esposo por fin pudo comprar una casa, la pagó con 240 mil pesos que obtuvo con un crédito del Infonavit que todavía debe.
La necesidad de un techo era tal, que ella se fue a vivir para allá de inmediato, aunque en el fraccionamiento todavía no estaba terminada la instalación para suministrarle electricidad a las casas.
«Les decía a los arquitectos, oiga no tengo luz y bueno hasta que nos trajeron un generador y pues ya se hizo la luz», relató.
La esperanza de ver terminado el fraccionamiento se esfumó en 2013 junto con el personal de la constructora. Nadie supo más de los trabajadores hasta 2018 cuando pintaron algunas casas, pero volvieron a hacerse de humo.
«La Etapa Fantasma» consta de 40 edificios con cuatro departamentos cada uno, pero sólo hay 30 personas viviendo ahí.
Los ladrones y paracaidistas no tardaron en ver la oportunidad en sus manos e hicieron suyo el territorio. Los robos ocurren a todas horas.
¿El patrullaje? Escaso. ¿Y el terror de vivir en esas condiciones? Aumenta cada día. No es para menos: 15 personas fueron asesinadas durante 2018 en Lomas del Mirador y este año ya van otras cuatro víctimas.
«Somos como los muertos vivientes, salimos y nadie está, nadie nos ve si nos matan, si estamos bien», explicó Guillermina.
Enfrente está la etapa 15, donde 11 cuadras de departamentos están en obra negra y ninguno está habitado.
Un banco se quedó con la propiedad y contrató a guardias de seguridad privada con macanas. Patrullan a pie los edificios y, aunque sólo hay dos por turno, se encargan de sacar a los paracaidistas y a las personas que entran ahí para drogarse.
A Guillermina le da coraje ver a los guardias cuidar esos edificios vacíos, pues en la etapa 14 sus únicos vigilantes son seis perros callejeros y desnutridos que ladran cuando entra algún extraño a la zona.
Sin embargo, ella alberga una esperanza. Hace meses llegó Salvador Zamora, el Alcalde de Tlajomulco, y les dijo que iban a demoler la etapa y que a los habitantes los reubicarían.
El edil detalló que, según datos del INEGI, de las 195 mil 265 viviendas que hay Tlajomulco, 79 mil 676, es decir, el 40.8 por ciento, están abandonadas.
Y eso hace que el trabajo de la policía sea el cuento de nunca acabar.
Un oficial explicó que ellos tienen las manos atadas, pues no hay una base de datos donde puedan cotejar si las personas que habitan las casas lo hacen de manera legítima.
Para poder intervenir los gendarmes tienen que esperar a que ocurra un delito o que alguien que demuestre ser el propietario les presente una denuncia.
A sólo 500 metros de Lomas del Mirador, los vecinos del Fraccionamiento Villa Fontana Aqua también buscan protegerse.
Magaly tiene un negocio y hace tres años amenazaron con matarla.
«Pensaron que teníamos dinero y nos pidieron 100 mil pesos y la casa», explicó.
Resultó que los extorsionadores eran unos paracaidistas que se habían mudado a vivir cerca de ahí, pero fueron detenidos y condenados a prisión.
Ahora, cuando llegan vecinos nuevos, en lugar de presentarse y recibirlos con un pastel, van a tocar sus puertas y les piden que les muestren algún papel donde se demuestre que son los dueños o que están pagando renta, de lo contrario los sacan por la fuerza.
La precaución no es exagerada, pues a fin de cuentas en 2018 Villa Fontana Aqua fue la segunda colonia más violenta de Jalisco con 25 víctimas de homicidio.
«Aquí si no te defiendes, te comen», aseguró Magaly. Y cada vez más gente piensa de la misma forma.
