Visitantes se topan con una gran superficie tipo desierto que huele mal por los peces muertos y secos por el clima; una enorme tristeza

Observan padre e hijo la desolación de ver un lago con gran parte de su superficie seca. Foto. Francisco Rodríguez / El Occidental

Francisco Rodríguez / El Occidental

Tristeza y desesperación se siente al ver la magnitud de la sequía registrada el Lago de Chapala, considerado el más grande a nivel nacional.

Francisco al caminar siente el crujir de la tierra, pisar los peces muertos y secos por el clima; panorama desolador para él como visitante a Chapala y que también es la misma mirada de tristeza que reflejan turistas nacionales y extranjeros, principalmente a quienes ya han visitado el lago con anterioridad y han conocido su majestuosidad cuando su nivel alcanza casi toda su capacidad. En su caminar se topa con lanchas paradas porque no hay turismo que desee pasearse y porque a cada rato se atoran por lo bajo del nivel y tienen que bajarse a «rempujarlas» como dicen y sacarlas de donde se detienen.

Igualmente se encuentra con un trabajador que opera un vehículo conocido como la «draga» que va haciendo surcos y una especie de canal para que por ahí pasen las lanchas. Un padre y su pequeño hijo observan con pesadumbre como el vaso lacustre ha perdido su belleza y por el contrario la imagen que da es una gran parte de su superficie con tierra, peces muertos, piedras y las lanchas varadas. El padre le dice a su hijo que desde sus abuelos y sus papás visitaban con frecuencia el lago y en su mayoría lo recuerda casi a su total capacidad y que no le había tocado verlo en estas condiciones de sequía.

Jesús Rosas Santillán, vendedor de nieves narra a EL OCCIDENTAL que la baja del nivel de agua del lago no les afecta ya que la gente cada ocho días acude y compra nieve por el calor, al igual que los charales. «Sí hay una baja en las ventas y con la imagen del lago también, pero nos siguen comprando nieve».

A los lancheros y a los restaurantes afecta más, indicó. Sobre el turismo extranjero no deja de acudir, pero se ve menos. José Luis Razo Márquez, fotógrafo en el Malecón del Lago de Chapala cita que está calmada la situación. «Bajó mucho el nivel del agua; hace seis meses que estaba más elevado pero con el nivel que ha bajado en los últimos días está seco y las lanchas le están batallando un poco para salir, anda una persona ahí abajo ‘rempujándolos’; se le solicitó al presidente municipal de Chapala una draga y ya anda adentro. Por medio de la draga se hará el canal para la navegación de las lanchas. Esperamos que con las lluvias suba el nivel pero ahorita andamos en un 35 porciento de su capacidad, que es más abajo de la mitad».

Les ha bajado el trabajo en un 50 a 60 por ciento, sostuvo el fotógrafo. Desde comerciantes, restaurantes, hoteleros y músicos se afecta a unas personas de forma directa, admitió. Vienen las vacaciones y las lluvias que esperan sean un buen temporal y eso les ayude a recuperarse. «Está feo la sequía, ahorita donde quiera están ‘rempujando’ las lanchas. Llega el turismo pero no se pasean y llegan, ven y no les dan ganas. Un 70 por ciento bajó la solicitud de turistas para pasearse en lanchas.

Lancheros y restaurantes son los más afectados ante la sequía. Foto. Francisco Rodríguez / El Occidental

La estamos pasando feo, mire (dirige su mirada al lago) ahí se ve», dice el lanchero que indica que son unos 20 compañeros los que están afectados por la situación del lago. Se le ha quedado atorada la lancha en varias ocasiones por el nivel tan bajo en el vaso lacustre y uno tiene que bajarse a «rempujarla» añadió.

¡Urge que llueva! Es el clamor de habitantes

El Lago de Chapala atraviesa por una de sus peores crisis. Está a 36% de su capacidad y en constante descenso ya que no ha recibido una buena captación de lluvia y por desgracia no existe un plan B para ayudarlo. La actividad turística también comienza a sentir los efectos negativos empezando por los lancheros al suspender sus viajes mientras que los restaurantes reportan baja actividad al ofrecer de vista un área desierta.

El Lago de Chapala atraviesa por una de sus peores crisis. Foto. Francisco Rodríguez / El Occidental